¿Qué requiere de nosotros la próxima etapa integral del desarrollo del hombre, dado que esta sucederá lo queramos o no?

Requiere de un enfoque razonable. Por primera vez en la historia de la humanidad, seremos capaces de controlar nuestro destino si entendemos qué necesitamos cambiar. Necesitamos construir una sociedad nueva, completamente interconectada que será como la naturaleza misma. Una vez que entremos en este nivel, adquiriremos y distribuiremos todas las cosas que necesitamos para nuestra existencia corporal de acuerdo a las necesidades individuales. Esto nos satisfará, dedicaremos toda nuestra fuerza y tiempo a trabajar en la unidad porque descubriremos nuestro nuevo grado en ella. De esta manera comenzamos a descubrir una existencia completamente nueva en el nivel de las fuerzas, pensamientos, en el mundo virtual.  Nuestro mundo corporal permanecerá como un mundo físico donde nuestros cuerpos continuarán existiendo, pero nuestro espíritu existirá simultáneamente en un mundo paralelo más elevado, donde encontramos una existencia nueva, absoluta, y eterna en la comunicación entre nosotros.

Pregunta: ¿La unidad será la fuente de placer para la futura humanidad?

Dr: Laitman Si, la unidad será la fuente de placer. Este es un tipo de llenado completamente diferente, porque cuando nos conectamos entre nosotros, creamos un deseo común tan grande que este recibe una energía poderosa que existe en el universo. Entramos a un nivel más allá del tiempo y el espacio; vamos hacia un campo completamente diferente del cual habla la física cuántica. Debemos entrar a este campo con nuestra nueva mente y sensaciones comunes, integrales. La naturaleza está llevándonos hacia esto; es la existencia en este campo lo que es llamado “hombre”. Es posible alcanzar este estado conscientemente al acelerar nuestro desarrollo y dirigirlo por el camino del bien, o a través de resistencia, que es lo que hemos estado haciendo hasta ahora. Es por eso que incluso si de todas formas vamos justo hacia el mismo estado, en la actualidad avanzamos a través del sufrimiento.