Toda
la creación es como una estantería diseñada para libros. Nosotros
ponemos libros en esta. La estantería es llamada “estantería de libros”.
Esta estructura debe estar compuesta de diez Sefirot. Cada inanimado, vegetativo, animado “hablante” debe llenar eso “estantes”, esas diez Sefirot.
Los niveles del inanimado, vegetativo, animado llenan esos “estantes”
de acuerdo a su estructura y son llamados un “mundo” con respecto a la
persona. ¿Se identifica la persona con esta
estructura, con la “estantería” en sí? No. Ella sólo siente los niveles
del inanimado, vegetativo y animado. No ve la estructura interna del
mundo que debe estar organizada de acuerdo a HaVaYaH, ella sólo
ve lo que la llena. Yo veo los libros pero no los estantes. Los estantes
son una estructura que viene y se extiende desde arriba. Si yo fuera a
llenar esos estantes de la manera correcta, entonces descubriría que
existe un orden particular ahí. Hasta entonces yo no había descubierto
esto. Lo mismo sucede con nosotros en nuestro
mundo. Evolucionamos y descubrimos todo tipo de fenómenos. De pronto, se
descubre que las notas musicales deben estar organizadas en un orden
particular, que incluso los colores están organizados en un orden único,
también las ondas de sonido están organizadas con longitudes de onda
particulares, y así con todo. Porque con cada fenómeno desconocido que
yo investigo, comienzo a descubrir en este un orden único, particular,
leyes únicas. Descubro cómo este fenómeno llena la HaVaYaH original, los estantes. Pero no descubro los estantes desde el principio. Imaginen a una persona que no entiende
nada de música incluso miles de años antes del desarrollo de la
posibilidad de escuchar música y de la creación de los instrumentos y
composiciones musicales. Ella comienza a componer una melodía. No sabe
qué es esto y comienza simplemente a jugar de una forma natural. Es lo mismo con los idiomas ¿De dónde
podría saber que el hebreo está compuesto de 22 letras y otras cinco
letras finales y que sus estructuras deben organizarse de esta forma? No
lo sé. Sin embargo, yo existo dentro de la naturaleza y entonces
desarrollo el lenguaje a partir de ella, lleno los estantes. Entonces
los estantes mismos son llamados un “mundo”. La HaVaYaH fue
preparada para nosotros; se extiende de arriba hacia abajo. Con
nuestros esfuerzos, necesitamos llenar esos “estantes” de abajo hacia
arriba con libros que nosotros escribimos. Esto es llamado nuestra
necesidad de escribir el libro de la Torá en el pizarrón de nuestros
corazones, en el deseo.
Pregunta: ¿Son los “mundos” algo vivo y cambiante?
Dr: Laitman No. Esta es una estructura permanente, 125 niveles.
Pregunta: ¿Y las almas?
Dr: Laitman
Las almas tampoco existen; necesitamos causar la formación de las
almas. Existen 125 estantes vacíos y existen chispas rotas, vasijas, Kelim. Ustedes deben organizar y llenar todo esto. Deben dividir su deseo en “Moja”, “Atzamot”, “Guidín”, “Bassar”, “Or” (médula, huesos, tendones, carne y piel). Necesitan “desmembrarse” a sí mismos, remover la “Or”
(piel) de ustedes mismos, separar su capa interna (recubrimiento) del
exterior y comenzar a escribir en el pergamino, en el interior de la “Or” (piel) exterior que es la parte interior de nuestra “Or”
(piel). Escribir la Torá ahí, pero no en la parte externa en sí, sino
en la parte interna de la parte externa. Al escribir esto, comienzan a
llenar todos esos estantes de los primeros mundos, “En el principio
Dios creó” hasta “Israel”, al final. Con esto ustedes llenan todos los
125 niveles.
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