Del libro La Luz y el Sol

 Lo más importante en la reunión, es que todos juntos estén unificados y pidan sólo una cosa, encontrar al Creador. Puedan todos escuchar a su amigo y ser pequeños ante sus propios ojos y desear oír algo del amigo, cómo servir al Creador y cómo encontrar al Creador. Es necesario hacer una distinción: Existe el yo, existe la meta, el Creador y existe un medio para lograrla, nuestra reunión, nuestra unidad. No hay nada más. En consecuencia, el medio es tan importante como la meta, porque este me lleva a la meta. Todo depende del ser conscientes de la importancia de la meta. Es por eso que nosotros debemos hablar y pensar acerca de ella constantemente, elevarla ante nuestros ojos. La realización de la importancia de la meta es donde se revela cuánto puedo yo invertir en esta, en qué medida podemos trabajar contra nuestro egoísmo. La pregunta es dónde están mis expectativas, hacia dónde se dirigieron mis ojos: ¿hacia arriba o hacia abajo? ¿Hacia el Bien que hace el Bien o hacia el mal? ¿Hacia dónde me dirijo? Todo depende de la conciencia sobre la importancia de la meta que yo tomo del grupo.

Y el problema es que esta importancia aún no está “esparcida” entre los amigos. La situación sin duda ha mejorado pero el aire entre nosotros todavía no está “repicando” para mí, no está “destellando”, ni está “cargándome”. Yo tengo que ayudar al grupo, sin escatimar esfuerzos y cuando no pueda, yo seré “amamantado” por él.