La masa de desempleados, quienes estaban en el
nivel animado, no se preocupó por descubrir el propósito de la vida, lo
cual probablemente fue el caldo de cultivo perfecto para la Revolución
Rusa. En esa época había muchos trabajadores desdichados, descontentos,
en condiciones de trabajo difíciles y hambre. En este momento, nosotros estamos frente
a una situación similar en la que masas de personas han perdido sus
puestos de trabajo. No es claro si las personas de los países del Medio
Oriente tienen suficientes recursos para vivir. Un fósforo es suficiente
para encenderlas, cualquier fanático puede convertirse en su líder.
¿Qué probabilidades hay de que grandes masas de personas elijan el
camino de la iluminación y la educación en vez de cometer el mismo error que se cometió a comienzos del siglo XX?
Dr: Laitman
Desafortunadamente, esta situación es muy posible. Yo no niego que la
forma sangrienta es posible, que el mundo puede sumergirse en una
terrible catástrofe mucho peor que a principios del siglo XX. Podemos
encontrarnos en una picadora de carne terrible mucho más sofisticada que
la humanidad que mostrará ejemplos de una barbarie sin precedentes. Durante el tiempo
que ahora llamamos de los “bárbaros”, los invasores lanzaban alimentos
por encima de las puertas de la ciudad sitiada para que los sitiados
pudieran sobrevivir y los guerreros pudieran luchar contra ellos en un
combate honesto. Incluso durante la más atenuada Edad Media, así como
más tarde en la historia, se consideraba “noble” que los caballeros o
samuráis contendieran con los demás abierta y decentemente. ¡En nuestros
días no hay nada como eso!. El siglo XX se convirtió en un punto de
inflexión; todo transcurrió en una dirección diferente. Esto puede
seguir así, o también hay una posibilidad de cambiarlo. Ahora nos
encontramos en una encrucijada. El mundo
puede llegar a una guerra, no sólo una guerra nuclear, sino a una
guerra con armas biológicas terribles y la humanidad morirá de
infecciones horribles. Al final, sólo una pequeña parte de la humanidad
permanecerá con vida; puede que sean sólo varios millones de personas
los que queden vivos. Ellos reconocerán la necesidad de elevarse a un
nivel de existencia superior y sin duda lo alcanzarán. Por lo tanto, nosotros no estamos
hablando de un número específico de personas en transición hacia un
nivel superior, sino de la certeza de que la humanidad alcance este
nivel a cualquier precio. Hace unos cien años, sólo había 3 mil millones
de personas sobre la faz de la Tierra; antes de eso, hubo incluso menos
personas que vivían en este planeta. Posteriormente, por un lado, no se
trata de la cantidad de personas. Por otro lado, la humanidad avanza como
resultado de la modificación de los deseos humanos. Si este desarrollo
sólo hubiera sido influenciado por factores externos, entonces, por
supuesto, no tendríamos nada, sino solo la ley material pura de la
“negación de la negación”, sin embargo, en cierto sentido, esta es la
ley espiritual que trabaja aquí. Lo cierto es que nuestros deseos
cambian. Entonces, sin importar cuán fanática sea nuestra sociedad,
aunque fuera llevada hacia manifestaciones, propaganda, y revoluciones,
ellos perderán repentinamente el interés en esto. El deseo de existir de
esta manera desaparecerá; la gente no querrá vivir así. Inesperadamente, ellos sentirán asco.
Ellos ya no van a querer puestos de trabajo, puesto que habrán perdido
el incentivo para trabajar. Muchas personas en el mundo se sentirán
deprimidas. Muchas de ellas no sentirán la necesidad de trabajar y ya
no tendrán el deseo de gritar “¡Dame un trabajo!” Las personas serán conscientes del hecho
de que hay suficiente potencial científico y técnico acumulado en el
mundo, y que todos podemos proporcionarnos todo lo que necesitamos sin
aplicar esfuerzos físicos. Esto dependerá exclusivamente de la correcta
interacción entre nosotros. Desperdiciamos el 40 % de nuestro
suministro de alimentos. Si lo distribuyéramos de manera correcta,
entonces nadie tendría escasez de alimentos. Tiramos hasta el 90 % de
los “bienes de consumo” en vez de permitir que estos encuentren su
camino hacia todos los consumidores. Si pudiéramos distribuirlos
correctamente, entonces la gente ya no tendría esas necesidades
insatisfechas. Casi, como si se tratara de una
impresión en una fotocopiadora, podríamos construir casas, ciudades y
ofrecerles a todos todo lo que necesitan. Hay una base sólida para ello,
dado que tendremos una sensación interna de que no deberíamos estar
trabajando sólo para comprar cosas y tirarlas a la basura, nuestras
vidas no deben ser desperdiciadas. La sensación de inutilidad de la vida
no debe llevarnos a la destrucción, sino más bien a la realización de
los fundamentos de la vida, a sus raíces y esencia. Espero que podamos encontrar un grupo de
sabios poderosos en este mundo y crear un foro que cuente con el apoyo
del público en general, de la comunidad científica, del gobierno, e
incluso de multimillonarios. Si ellos entienden que la ruta alternativa
está asociada con enormes sufrimientos, entonces dirigirán nuestra
sociedad hacia una meta alternativa.
Para eso, necesitamos que la educación integral
se generalice y sea comprendida por todos los principales fabricantes,
por la industria bancaria, y todos los sectores financieros, los más
altos segmentos de la sociedad.
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