La educación integral hace que nuestros niños sean más positivos y amables. Pero, por otro lado, la ciencia
de aprendizaje de nuestro mundo, a pesar de esto, está basada en la
realización egoísta. A cada uno de los niños le gustaría saber algo más
que sus compañeros de clase. Hay una cierta dualidad. ¿No influye esto
de mala manera en el proceso de aprendizaje? ¿No pierde el niño la
intención y el gusto por la ciencia de aprendizaje de nuestro mundo?
Dr: Laitman Las características egoístas se nos dieron para que pudiéramos usarlas
correctamente. Aquí se requiere de la competencia. La envidia es la
mejor característica de la persona. Sin ella no el niño no avanza.
Nosotros nos habríamos quedado viviendo en los árboles o en cuevas, no
habríamos salido de allí si no fuera por la envidia y la competencia. Por lo tanto, está prohibido quitárselas
a los niños en modo alguno, solo es necesario dirigirlos correctamente
para que la competencia y la envidia sean con el propósito del
otorgamiento: Quién de nosotros hace algo mucho más, mucho mejor por un
amigo, por el grupo y así sucesivamente. Entonces la persona realmente florece,
todos la animan, ella hace un gran trabajo tanto para sí misma como para
los demás, les da a todos un gran beneficio. Pero no debemos matar de
forma alguna estos despertares en las personas, especialmente en los
niños. Sólo debemos tratar de cambiarlos, de transformarlos
gradualmente, pero no debemos reducirlos
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