Este es el significado de, “Sírvele al Señor con gusto”. Esto es así porque durante Gadlut es irrelevante decir que Él les da trabajo para estar a gusto, dado que durante Gadlut el gusto viene por sí mismo. En su lugar, el trabajo de estar a gusto se les da a ellos para el tiempo de Katnut, de manera que tengan alegría aun cuando sientan Katnut. Este es un gran trabajo. Esto es llamado la parte principal del grado, la cual es un discernimiento de Katnut. Este discernimiento debe ser permanente, y Gadlut es sólo una adición. Además, uno debe anhelar la parte principal, no las adiciones. En nuestro trabajo, nosotros alcanzamos
una intersección en una encrucijada, en una división en el camino, tras
la cual ya tenemos que medir nuestros estados en el camino espiritual,
ya sea dentro de nuestro deseo de recibir placer o por fuera de este.
Todo depende de dónde medimos nuestro estado, nuestro éxito, nuestro
progreso continuo.
Si lo medimos dentro del deseo, estamos
felices por la grandeza: la altura y el llenado. Es la línea izquierda
la que tira de nosotros hacia el lado del ego, de acuerdo al cual aspiramos a verlo y a medirlo todo. En la línea derecha medimos todo en relación al grupo y al Creador. En la línea derecha, no nos damos cuenta
del estado en el que estamos y aceptamos cada estado como el estado
perfecto. Esto significa que no tomamos en cuenta nuestras sensaciones,
sin importar lo que el Creador nos envíe. Siempre lo medimos todo de
acuerdo al otorgamiento, lo cual significa por fuera de nosotros mismos.
En la línea izquierda es lo opuesto: yo no tengo otros pensamientos
sino pensamientos acerca de mí mismo y acerca de lo que me sucede, y
esto es lo único por lo que me preocupo todo el día. En correspondencia, el trabajo en las
dos líneas es diferente y depende de lo que yo demande en cada estado.
Si es la línea derecha, demando permanecer como estoy o me preocupo sólo
por no perder la dirección del otorgamiento al Creador a través del
entorno y a través de toda la creación. Aquí trabajo con mi pequeñez, a fin de
hacerme lo más pequeño posible. Sólo quiero otorgarle al Creador tanto
como sea posible y no sentir que otorgo o que Él disfruta de mi
otorgamiento. Esto significa que yo disminuyo la respuesta de todas las
maneras posibles, corto todos los cables y todos los caminos mediante
los cuales puedo obtener una respuesta por mi acción de otorgamiento, el
cual trato de incrementar tanto como pueda. Este tipo de trabajo es en otorgamiento
máximo y cero recompensa. Según el grado en el que pueda llevar cabo
cálculos limpios con respecto al otorgamiento absoluto sin una
recompensa, mi nivel espiritual se mide en correspondencia (como Rosh, Toj, Sof).
Así ya me estabilizo y comienzo a trabajar mutuamente con el Creador,
puesto que el Creador abre cada vez más oportunidades para mí. Cuando soy estabilizado en el nivel
previo, pido más y más poderes con el fin de incrementar mi
otorgamiento. Por supuesto, yo tengo que superar cada vez más mi ego a
fin de alcanzar esto y para no recibir a cambio ninguna recompensa. Y lo
que recibo del Creador tengo la oportunidad de convertirlo en
otorgamiento, y este es el trabajo extra en adición a este trabajo. Así
es como avanzamos. El problema está en la verdadera
encrucijada, en la división que se crea. Este trabajo se repite en cada
nivel. Al ascender al próximo grado espiritual, se revelan las Reshimot (reminiscencias)
rotas y yo tengo que estar ante este cruce de caminos a fin de
asegurarme de saber dónde está la línea izquierda y dónde está la línea
derecha. No puedo virar simplemente hacia la derecha y no observar la
izquierda en absoluto. Esto es imposible porque una línea está
basada en la otra línea. Si sigo la línea derecha correctamente y llego a
un cierto punto, la línea izquierda también crece en la misma medida,
pero yo corto una línea desde la otra, y así se crean el “tronco” (Toj) y el “final” (Sof) de mi Partzuf espiritual. El lugar en el que yo calculo cosas es llamado “cabeza” (Rosh). De esta forma comienzo a construir mi Partzuf espiritual.
Este es el trabajo espiritual práctico. Todo esto está basado en la
imagen del mundo que el Creador describe para mí, como resultado de mi
actitud hacia la realidad.
Pregunta: ¿Dónde está el punto de nuestra independencia en el dibujo?
Dr: Laitman Nosotros
somos independientes sólo en la encrucijada, pero ésta siempre existe.
Tenemos que sentir constantemente que estamos en un cruce de caminos,
como se nos dice: “Ellos deben parecerte nuevos todos los días”. Todo el
tiempo tenemos que decidir y siempre elegir la línea derecha, y en
lugar de borrar la línea izquierda, éstas deben hacerme avanzar por
encima de ella.
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