En
realidad no es tan simple. De hecho, no sabemos qué sucedió exactamente
en la antigüedad, de tal forma que es difícil hacer la comparación en
la actualidad. En primer lugar debemos entender el concepto de “las
guerras de Israel”. De hecho, todas las guerras de los hijos
de Israel ocurren dentro de ellos, en contra de la “inclinación al mal”
que perturba su conexión. Debido a su incapacidad para conectarse y
transmitirle el método de corrección al mundo entero, se les añaden
problemas externos a sus molestias internas y nosotros también debemos
invertir esfuerzos en ellos. Así fue como se libraron muchas guerras. En nuestro camino desde Egipto, pasamos a
través del Monte Sinaí y del desierto del Sinaí; allí no sólo luchamos
una vez contra Amalek y contra otros enemigos. Después de eso comenzaron
las guerras de la conquista de la tierra de Israel; siete naciones
habitaron allí y nos vimos obligados a lucha contra ellos para
expulsarlos de la tierra. Pero éstas eran las guerras internas.
Las siete naciones vivían tanto en nosotros como en nuestro mundo. En
general, lo que ocurre en el alma también es copiado por fuera; nuestro
mundo es una copia que es un reflejo de nuestra alma. Entonces la base de todas nuestras
guerras es interna. Nos corresponde a nosotros luchar contra nuestro ego
que nos separa y nos aleja. De acuerdo a la Torá, depende de nosotros
el ser como un hombre con un corazón. Tenemos la obligación de luchar
por la conexión.
Pregunta: ¿Significa esto que no se trata de una meta determinada desde el principio para todas estas guerras?
Dr: Laitman Sí,
hay una meta: alcanzar la conexión de acuerdo al nivel actual, al
período actual. La imagen que vemos afuera se encuentra dentro de
nosotros. Esto significa que todos nuestros enemigos, todos los
antisemitas y en general las personas, la humanidad, toda la realidad,
todo, está dentro de mí. Sólo así tendré la posibilidad de
relacionarme correctamente con todo esto y ver este reflejo externo que
hace que sea posible que yo diferencie, reconozca lo que está
sucediendo y por lo tanto luche. Pero la guerra es interna: es conectar
mis buenas características y avanzar con su ayuda, elevarme por encima
de mis características malas, egoístas. Esta es la forma en que me
siento victorioso sobre mis enemigos, mis defectos. Luego, por fuera,
yo también derroto a los enemigos externos. Pero la victoria es sólo por medio de la Luz que Reforma. Está escrito, (Kiddushin
30b) “Creé la inclinación al mal, creé la Torá como una especia, porque
la Luz que hay en ella reforma”. Esto se refiere al poder que nos
separa y también al poder de la Luz que nos ayuda a conectarnos y a
ganar.
Pregunta: ¿Cómo
funciona este mecanismo de trabajo en una nación en un estado de
guerra? Más precisamente, estoy refiriéndome a la nación de Israel que
está involucrada en una guerra con Hamas?
Dr: Laitman No
estamos haciendo las correcciones, no estamos conectados entre
nosotros, no nos hemos conectado con las naciones del mundo y no les
hemos ayudado a unirse entre sí. Somos culpables de su situación actual,
porque sólo a través de nosotros llega la Luz al mundo; nosotros
debemos ser una “Luz de las naciones”. Si no hacemos esto, entonces
tenemos una guerra. Esas características que no hemos corregido a través
de conexión las vemos como nuestros enemigos y nuestros aborrecedores. ¿Hemos tenido éxito al corregirlas?
¿Hemos logrado ganar esta guerra? El verdadero héroe es el que
“transforma a sus enemigos en aquellos que lo aman”.
Pregunta: La
guerra siempre inflama las pasiones del pueblo; hay quienes están de
acuerdo y quienes no lo están, cada uno tiene su propia opinión. ¿Son
estos síntomas de separación lo que hay que corregir? ¿Vale la pena
estimular el debate para tratar de conectar todos los extremos?
Dr: Laitman
Sí, sin embargo, la guerra está diseñada para despertarnos. La guerra
en sí misma no puede corregir nada. Sólo a través de una cadena de
problemas se nos puede empujar a una comprensión obligatoria de la
situación, hasta que entendamos que sólo depende de nosotros. Pero no
con las fuerzas armadas o con nuestra estrategia militar, únicamente con
la conexión, con la Arvut que alcanzamos entre las personas,
al convertirnos en un ejemplo de la conexión correcta que hace que sea
posible superar la crisis y alcanzar la armonía general.
Pregunta: ¿Cómo podemos proseguir la guerra después de que ya ha estallado?
Dr: Laitman
Sin más elección estamos combatiendo un enemigo externo y, sin embargo,
tenemos muy claro que, de hecho, estamos luchando con un enemigo
interno. Junto con las operaciones militares, depende de nosotros el
fortalecer, ampliar y aumentar la conexión entre nosotros, porque esta
es la parte principal de la guerra. Las tropas que están en Gaza, la
“Cúpula de Hierro”, todo esto son sólo imprescindible para ganar tiempo
para las correcciones internas.
Pregunta:
¡Cada momento es precioso! Nuestros amigos están cayendo en el campo de
batalla. Entonces, ¿cómo podemos volvernos más sabios, mientras estamos
inmersos en una vorágine sin fin de noticias?
Dr: Laitman No
es necesario que se desconecten de la corriente de las noticias, aunque
la mayor parte de ellas no son ciertas ni son exactas. Sin embargo, yo
sugeriría la participación con conexión. Esto significa llegar a los
talleres que estamos haciendo en todo el país, entrar en nuestro sitio
web y aprender qué es la conexión entre las personas. Incluso el
esfuerzo mental, leer algún artículo, ya son una gran corrección, y a
través de esto se extiende la Luz a través de nosotros hacia todos los
hijos de Israel y a través de ellos a todas las naciones del mundo. Así
es como se calmará todo. Vamos, hagamos esto con todos los hijos
de Israel y luego veremos los resultados a lo largo del mundo. Todos
nos apoyarán repentinamente, incluyendo a nuestros intransigentes
vecinos.
Pregunta: ¿Esto significa que para tener un gran avance es suficiente con abrir las puertas e ir hacia los demás?
Dr: Laitman Sí, “Nosotros abrimos las puertas del corazón”. Estas batallas que libramos son las
“guerras de Israel” y no las batallas contra los enemigos externos. La
verdadera batalla se libra en el corazón, en los anhelos Yashar El, en los que luchamos para conectar nuestros corazones en su conjunto un solo corazón, para ser como una persona con un corazón. De hecho, el pueblo de Israel en el Monte Sinaí estaban de pie ante un inmenso ego, una montaña de odio (Siná), bajo condiciones de conexión. La tierra de Israel (Eretz Yisrael), es un deseo (Ratzón) que anhela directamente al Creador (Yashar-El), al deseo de otorgar, porque “Amarás a tu prójimo como a ti mismo”. Para llegar a la tierra de Israel hemos tenido que aceptar las condiciones de Arvut,
conexión, de ser como una persona con un corazón, y después de esto
pasar a través de una corrección de los cuarenta años. Pero el Israel
moderno ya ha existido durante 66 años y no nos hemos acercado unos a
otros ni un milímetro, probablemente hemos estado más cerca de lo
contrario; aparentemente no hay pueblo de Israel y la tierra de Israel
no existe como un concepto espiritual interno en el que debamos vivir. No hay guerras de Israel en el sentido
verdadero, porque no estamos luchando para convertirnos en el pueblo de
Israel que vive en la tierra de Israel y somos sólo un grupo de
exiliados.
Pregunta: Si la guerra es una “batalla” para conectar a la gente, entonces ¿cómo maneja exactamente el Creador la batalla?
Dr: Laitman
Si tenemos éxito al irrumpir con la orientación actual y al atraer la
Luz Superior, el poder de la conexión, entonces esto combatirá por
nosotros.
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