(Tzimtzum Alef) y la segunda restricción (Tzimtzum Bet). Durante el Tzimtzum Alef, recibimos dentro de nosotros mismos parte de la Luz en las Sefirot Keter, Jojma, Bina, Zeir Anpin, Maljut y a esto se lo considera como la Luz Interior o NRNHY (Nefesh, Rúaj, Neshamá, Jayá, Yejidá), pero no recibimos parte de la Luz en las Sefirot mismas, Keter, Jojma, Bina, Zeir Anpin y Maljut; esta última es llamada la Luz Circundante. En línea con estos niveles, todos los
llenados pueden dividirse en dos partes: recepción y no recepción. Pero
yo sé qué hay por dentro y qué hay por fuera, puesto que tengo todas
estas propiedades, he estado estudiándolas. Establecí una conexión y
entré en adhesión con ellas (Zivug de Haka’a). Incluso la parte que no entró dentro de mí también la conozco; después de todo, yo traté de fusionarme con ella y la rechacé. Se me dieron “dos kilos de carne”,
acepté sólo medio kilo, rechazando el resto porque no podía recibir más
en aras del otorgamiento. Pero sé qué significan el 1,5 kg restante y
conozco su sabor. Recuerdo que yo construí una pantalla anti egoísta
para este llenado y cómo la alejé resistiéndome a recibirla. Esta es
nuestra forma de trabajar en Tzimtzum Alef.
¡Al mismo tiempo, en Tzimtzum Bet, mientras recibimos la Luz de Nefesh, Ruaj, Neshamá, no recibimos Jayá y Yejidá, ni tenemos idea qué son! No he trabajado con las Luces Jayá y Yejidá
ni sé qué hay en ellas. Esto no existe “en mí” porque yo simplemente
las empujé lejos, no tuve que decidir cuál parte puedo recibir y cuál
no. Dentro de mí, hay vasijas para estas Luces, Jayá y Yejidá,
pero estas no tienen experiencia o idea acerca de esta Luz; por lo
tanto, parece totalmente ajena a mí. Por lo tanto, a ellas se les llama
“los otros” en relación a mí. Sólo durante Tzimtzum Bet yo siento la sensación del “mundo externo”. Esto significa que, en un caso, tengo
una pantalla para recibir una parte de la Luz y no la otra. En el
segundo caso, no tengo en absoluto una pantalla en esta Luz. Cuando Maljut está en adhesión con Bina y puede funcionar como Bina, es otra Maljut, no sólo es mi deseo. Al conectarse con Bina, Maljut recibe
de ella propiedades especiales, las propiedades de otorgamiento que le
permiten a Maljut saborear y detectar qué está dentro de mí y qué está
por fuera. Si, no obstante, Maljut no está conectada con Bina, por lo tanto rechaza las propiedades de Jayá y Yejidá,
ella no puede saborear lo que hay dentro de ellas; esta no tiene
ninguna conexión, ninguna equivalencia de forma con lo que hay por
fuera. Es por eso que veo las estrellas, el
mundo entero que me rodea, las rocas, las plantas, los animales, e
incluso a otras personas como distantes, pero no siento en absoluto a
ninguna de ellas como parte de mí mismo.
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