Esto sucedió porque no sólo el punto original fue “revitalizado” a
partir de Egipto, sino que el sistema entero surgió de este. El sistema
se originó en Egipto, es decir, apareció a partir del estado
terriblemente fragmentado que era miles de veces peor que Babilonia. En esencia, es la misma Babilonia, sólo
que más terriblemente desconectada. En lugar de Nimrod, ahí aparece
Faraón, en lugar de Abraham, se mostró Moisés.
La historia se repite a sí misma, pero
en una nueva espiral. La corrección de un enorme egoísmo en constante
crecimiento (“Egipto”) comienza a partir de ahí.
Pregunta: ¿Entonces, en vez de ser una familia o tribu, se volvieron una nación, correcto?
Dr: Laitman
Si. Esta fuerza es llamada “la nación” aun cuando son todos un alma.
Siempre se trata de un alma. No hay nada en el mundo excepto un alma
unificada, es decir, un deseo que surgió en Babilonia y que se dividió
en dos segmentos principales:
- Aquellos que se unieron a Abraham y estaban dispuestos a combinar todos los deseos en uno.
- Aquellos que no querían reconectarse y llegar a ser como un todo. Estos últimos se dispersaron por el mundo.
La parte que se fue con Abraham
gradualmente se reconectó en el primer nivel, después en el segundo
nivel y después en el tercero: Abraham, Isaac y Jacob. Después,
recibieron una egoísmo adicional más grande: Egipto y Faraón, es decir,
las fuerzas gobernantes que rigen sobre las personas. Ellos se las
arreglaron para superar el tremendo egoísmo que internamente los
desgarraba. Por favor usen su imaginación para trazar una imagen en la
que sientan la separación mutua llamada “Egipto”. Una separación más
grande, obvia, recíproca cuya fuente es el “Faraón”. Ambas son
apelativos nuevos para nuevas capas de egoísmo. Así, al superar los niveles de
desconexión llamada “Egipto” y “Faraón”, a pesar de todas las plagas
egipcias por las que este grupo tuvo que pasar, se convirtieron en una
nación fuerte después de salir de Egipto. Ellos absorbieron un nuevo
rollo de egoísmo y la transformaron en una conexión mutua. Como
resultado, llegaron a estar listos para ascender hacia la metodología de
corrección de sus egos llamada “la Torá”. Aquí estamos hablando de un nuevo tipo
de conexión que es diferente del de Abraham, Isaac, o Jacob, o incluso
Moisés. Es un nuevo tipo de unidad llamada una “nación”, que puede
alcanzarse sólo si las personas no sólo usan los poderes naturales de
unión, sino además cuando los inducen desde la naturaleza con
conciencia. Esta es la diferencia entre todas las
etapas previas (de Babilonia al Monte Sinaí) la subsecuente etapa de
corrección que comenzó desde el Monte Sinaí y continúa más adelante: de
ese punto en adelante, las personas hicieron esfuerzos para alcanzar la
fuerza que los conecta. No sólo aspiran a estar el uno con el otro y a
congregarse, sino que llegan a una etapa en la que su alcance cognitivo
de la fuerza que conecta (el Creador) es activado.
Pregunta: ¿No estaba su avance principal también basado en el principio de “amar a su prójimo como a ellos mismo”?
Dr: Laitman Nunca
habían alcanzado al Creador. Sólo algunos de ellos, sus líderes, como
Abraham, Isaac, Jacob, Moshé y Aarón lograron esta tarea al grado de
que era “como si” hubieran hablado con Él directamente. El resto de la
nación fracasó en alcanzar esta meta. Es por eso que Moshé anunció al
pueblo exactamente lo que el Creador le dijo. No había percepción
directa o explícita del Creador en ese momento. Sin embargo, se las arreglaron para
ascender a un nuevo nivel en el cual en general comenzaron a aproximarse
al Creador. En el momento del éxodo de Egipto, fueron testigos de
muchas “señales”, lenta y gradualmente el Creador comenzó a manifestarse
entre ellos: Él habló desde el Tabernáculo, caminó delante de ellos,
etc. En general, paso a paso, las personas comenzaron a caer en cuenta
de que vieron “milagros”. Esencialmente, el Creador se manifestó poco a
poco.
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