Antes de alcanzar el otorgamiento,
yo trato de organizar en mi mente y corazón la opinión de que “no
existe nadie más aparte de Él”. Es más fácil hacer esto en la mente; en
el corazón es relativamente más difícil. Depende de mi relación con el grupo y de cómo construya conjuntamente con ellos el nuevo Kli en el que estoy dispuesto a decidir que “no existe nadie más aparte de Él”. Según el grado de conexión entre
nosotros, construimos nuestro nosotros colectivo, la esfera de
frambuesa, la suma total de todos nosotros. Sin embargo, yo no me
encuentro en este punto de nosotros; más bien, yo me anulo a mí mismo.
Esto significa que en el centro de este círculo, me encuentro por encima
de mi ego. Es posible multiplicar una por una todas
las anulaciones de nosotros mismos: 10 veces, 100 veces, 1.000 veces;
cada vez más a medida que nos unamos. De ello se desprende que yo
adquiero nuevas sensaciones y pensamientos espirituales a través de los
cuales descubriré al Creador. Para ser más precisos, descubriré al
Creador no dentro de la decena, sino en la conexión entre las decenas.
Se dice que la decena revela el ego dentro de ella y se eleva por encima
de él para conectarse con los demás. De hecho, la decena todavía no es
el círculo más externo. Cuando nos conectamos con las demás
decenas, creamos entre nosotros todo tipo de formas de conexión que son
capaces de revelarnos imágenes particulares del Creador y hacen posible
que nosotros lo veamos a Él. Esto significa que no hay otro lugar
para buscar “no existe nadie más aparte de Él” además del punto general
de conexión. Este es un trabajo sencillo en la consolidación de todas
las personas y por ello está escrito:
“Y todas las naciones fluirán hacia esto”. (Isaías 2: 2)
La sensación de “no existe nadie más
aparte de Él” depende única y exclusivamente del grado de nuestra auto
anulación, debido a que nosotros construimos esto por encima del ego,
como el techo de la Sucá. Desde mi yo, creo el nosotros y desde el
nosotros creamos al Creador. La capacidad de anularse a sí mismos
está determinada por el entorno y por la medida en que ustedes inclinan
sus cabezas ante él. En todo momento, el Creador le da oportunidades
personales; la Luz Superior
trabaja incesantemente, pero todo depende del consentimiento de ustedes
para anularse, y si usarán o no las oportunidades que se les dan. Si no se han preparado, recibirán la Luz
desde el lado opuesto, es decir que en vez de Su cercanía, sentirán
distancia. Así es como sucede en la vida común. Se le da una especie de
oportunidad única para avanzar, y la aceptan como una molestia y un
obstáculo. Ustedes no se han preparado para dar un salto como este,
entonces, en vez de un trampolín, ven una barrera alta e infranqueable. Hay libertad de elección en una sola
cosa: anularse ante el entorno, incluirse dentro de él y ser como los
amigos en todo. Traten de realizar este potencial. ¡Ustedes ya están
listos para hacer esto! Su libertad de elección está sólo en esto y no
necesitan nada más. El Creador los trae a la buena fortuna y desde este
punto, no hay vuelta atrás, sólo hacia adelante. Comiencen a entrar en el grupo, a incluirse dentro de él y a construir con los demás un Kli
común en el que descubran la fuerza superior. Nuestro mundo es un mundo
de acción. Nosotros nos encontramos dentro porque en él es posible
llevar a cabo acciones sin la aceptación del corazón. En esto consiste
toda la base de nuestro mundo imaginario, pero este juego hace que sea
posible que avancemos, construyamos nuestra independencia espiritual y
esto es especialmente gracias a que somos mentirosos.
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