Los hijos del gran sacerdote Aarón, Nadav y Avihu, murieron porque omitieron el nivel que tenían que pasar. Estos son el tipo de errores que ocurren todo el tiempo.

Una persona quiere sacrificarse; anhela sin saber y sin entender que la acción espiritual que él realiza es superior a sus fuerzas.

Pero esta acción es necesaria para que pueda ver los límites de sus poderes, por lo que su anhelo hacia adelante va a morir, lo que significa que se hará añicos; desaparece debido a la forma sin preparación que hizo. Pero más tarde, él será capaz de llevarla a cabo como resultado de muchas acciones pequeñas.

Trata de saltar tres metros de altura! Los hijos de Aarón quisieron tomar este nivel con el fin de otorgar por el bien del Creador, por el bien de toda la nación, pero fue más allá de los poderes humanos, más allá del nivel en el que estaban. Por lo tanto, con el tiempo el atributo del juicio se reveló, la rigidez, el fuego que puede ser tanto bueno como malo. En este caso se los tragó.

Pregunta: Pero lo hicieron con la intención correcta.

Dr. Laitman: Sus intenciones no estaban justificadas. ¿Cómo puedes ir en una misión de este tipo si no tienes el apoyo claro del Creador? Todos tus atributos, todas tus acciones de otorgamiento, se derivan sólo del poder que recibes de Arriba.

No eres más que un pequeño egoísta. Algunos nuevos atributos egoístas se revelan en tí, mientras tienes que recibir atributos altruistas, para conectarlos y revelar la línea central en la que debes trabajar. Esto se llama santificando una propiedad, el atributo de otorgamiento, cuando atraes tu ego, lo corriges por el atributo altruista de la Luz y sigues avanzando.

Pero si no haces eso no tienes derecho de usar sólo la línea izquierda, de ninguna manera !!

Esto es especialmente cierto en el nivel de los hijos, ya que este es un pequeño nivel. Pero Nadav y Avihu tomaron el gran potencial egoísta que les fue revelado, que no fue preparado para ellos en absoluto. Es como un joven que toma sobre sí lo que incluso un adulto no puede hacer ya que el adulto entiende que no está en su poder hacerlo, mientras que el joven piensa que va a ser capaz de llevar a cabo la misión que se le da. Pero las cosas no son tan simples.

Como dice el refrán: “Si la juventud supiera; si la vejez pudiera.” Por lo tanto, las personas de edad se dan cuenta de que no pueden hacer algo y no lo hacen, mientras que los jóvenes necios piensan que pueden manejar una tarea y se ponen tan entusiasmados hasta que se queman.