
Si tomas un sedante y dejas de rabiar, ¿realmente esto convertirá al pecador en justo dentro de ti? No, todo es evaluado por la sensación interna en el corazón. Y sabemos lo que es eso. Pensamos que todo lo que tenemos que hacer es amargarnos y hacernos llorar a nosotros mismos. La Cabalá no cancela las acciones externas, pero quiere que reflejen los estados internos ya que si esto no es cierto, nuestro trabajo carece de sentido, y no cumpliremos con nuestro destino. Por lo tanto, no temas tener que volverte un “pecador” en un punto y “justo” en otro. Son dos etapas del mismo grado espiritual, como está dicho: “Uno no puede llevar a cabo una Mitzvá (mandamiento) a menos que uno la rompa primero”. Esto significa que uno primero se somete a la carga del corazón (una carga adicional de egoísmo), y es considerado como un “pecador” que rompió la “Mitzvá” y siente hasta qué punto es incapaz de realizarla.
Y entonces, se fortalece con la ayuda del entorno, exige la Luz que Reforma, corrige su deseo, y se vuelve “justo”, sólo para caer otra vez. Después de todo, recibe otra dosis de deseo egoísta y se convierte una vez más en un pecador, con el fin de continuar corrigiéndose para volverse “justo”. Está dicho: “Mil veces caerá el justos y se levantará”. Cada grado espiritual comienza con una nueva carga de egoísmo, y lo comienzas como un “pecador”. Más tarde, finalizas su corrección y llegas a la adhesión con el Creador a este grado, y entonces eres considerado como justo.
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