
Sin embargo con ciertos deseos yo soy incapaz de trabajar en otorgamiento hacia los demás y solamente los uso para mi propio beneficio. Por lo tanto, yo sencillamente restrinjo estos deseos. Yo quiero recogerme en una línea para apuntar en una dirección, hacia el otorgamiento. De modo que yo construyo las líneas de conexión, entre yo y los demás – el sistema de comunicación correcto. Si después de todo mi trabajo yo consigo transformar mi deseo de disfrutar en otorgamiento, lo transfiero completamente fuera de mi mismo, y lo uso para dar a los demás, esto indica que yo he construído la imagen del otorgante fuera de mi mismo. Y yo me convierto en un círculo. Yo no estoy atrapado en la línea nunca más. Al contrario en todos mis deseos, en todas las direcciones y posibilidades, yo apunto a beneficiar a los demás sin hacer diferencias, eligiendo dar más o menos a cualquiera de ellos. De hecho, hay muchas diferencias y pruebas, pero yo no pongo a prueba mis habilidades, porque yo soy un círculo, no restringido nunca más. Pero en relación a mí, ellos no son un círculo todavía, sin embargo yo puedo otorgarles más y más en diversas formas. Y así es hasta el final de la corrección colectiva, cuando todo se unifique en adhesión considerado como Zivug Rav Paalim UMekabtziel y se convierta en círculos (Igulim). En otras palabras, un círculo es un estado de ser, como un bebé que no está desarrollado todavía y permanece en los brazos de su madre. Y por lo tanto, él no tiene otra responsabilidad más que la de anularse. Esto es como Maljut del mundo del Infinito usó para anularse ante la fuerza superior, la Luz superior que lo llenó, y por lo tanto este tuvo una forma circular. Esta incluso permaneció en adhesión pero solamente por la gracia del superior. Pero al final, en el Estado 3, cuando volvemos al Infinito una vez más, construimos este círculo por nuestra propia cuenta. Por lo tanto, se hace una restricción en el estado inicial, creamos un lugar de trabajo para nosotros mismos, y en el construimos el estado perfecto, – nosotros mismos, en lugar del Creador. Esto se describe como, Mis hijos me han derrotado.
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