Momentos de preparación, jugando a lo espiritual

De momento nosotros solo nos estamos preparando para cumplir de verdad las acciones espirituales descritas en el libro “Shamati” (Yo escuché). Leemos sobre el otorgamiento, la fé por encima de la razón, sobre los distintos estados espirituales y nos lo imaginamos a través de nuestra percepción material, dentro de nuestro deseo egoísta, y de esta manera avanzamos. Justo esto es lo que se llama momentos de preparación, cuando solo estoy jugando a lo espiritual, como si ya estuviera en este lugar. Porque en realidad es lo que quiero.
Pero vamos a ser realistas, como puedo desear algo que no sé lo que es?! A veces la gente me pregunta: Cuando ocurrirá de una vez?! Solo les puedo decir que si queréis otorgar, nadie os lo impide. Eso es lo espiritual. Aun así no sabemos lo que es esto. Nuestro estado actual, esa tendencia, es un regalo que hemos recibido desde arriba, para preparar el recipiente para la iluminación superior. Es una etapa de preparación que nace gracias al deseo y a la luz que lo provoca, estas dos cosas juntas se llaman punto en el corazón. Esto es algo nuevo, que se crea a partir del deseo y la luz que le llega. Juntos forman una sensación que nos dirige por el camino espiritual. Y si queremos desarrollar este deseo, lo mas que se pueda, tenemos que cuidarlo al igual que el feto en el útero de su madre, proporcionándole el entorno adecuado, los libros y el estudio. Solo avanzamos gracias a la diseminación de la Cabalá y ayudando, preocupándonos por los compañeros. Baal HaSulam escribió que el hombre puede avanzar el mismo o bien ayudar a que los demás lo consigan. Incluso si uno no pudo avanzar espiritualmente pero ayudo a otros hacerlo, entonces recibirá una plena recompensa espiritual. Vemos esto en el ejemplo de Iejuda Ben Nun, el cual subió al peldaño de Moshe y se convirtió en su discípulo y líder del pueblo al entrar en la tierra de Israel. Solo porque era su ayudante, aunque no estudiaba.