“El experimento se llevó a cabo por un equipo de investigadores dirigido por el profesor de psicología Philip Zimbardo de la Universidad de Stanford. Veinticuatro estudiantes fueron seleccionados de los 75 para jugar a los prisioneros y vivir en un simulacro de prisión en el sótano del edificio de psicología de Stanford”. a 12 estudiantes se les pidió que fueran los presos, y a los otros 12 que fueran los guardias. “Los participantes se adaptaron a sus roles mucho más de lo que hasta el propio Zimbardo esperaba, llevando a los “oficiales” a mostrar medidas autoritarias y finalmente, a someter a algunos de los presos a la tortura. A su vez, muchos de los presos desarrollaron actitudes pasivas y aceptaron el maltrato físico y a petición de los guardias, infligieron finalmente el castigo a los otros prisioneros que intentaron detenerlos. El experimento afectado incluso al mismo Zimbardo, que, en calidad de “director de la prisión”, perdió de vista su papel como psicólogo y permitió que el abuso continuara como si fuera una prisión real. Cinco de los detenidos estuvieron bastante perturbados por el proceso para salir del primer experimento y el experimento se detuvo abruptamente después de solo seis días, en vez de los catorce años previstos inicialmente”. Conclusión: La mayoría de los males del mundo no ocurren debido a la mala motivación, sino porque a uno le dicen: “Forma parte de nuestro equipo, haz lo que hacen todos los demás”. Entonces, la persona siente que ella misma no es responsable, sino que este es su papel, eso fue lo que se le dijo por lo que deja que otros hagan cosas que ella nunca habría hecho en circunstancias normales. Dos meses después del experimento, uno de los guardias dijo que realmente no podía creer que él hubiera sido capaz de tal comportamiento. Él se sorprendió de haberse convertido en tal persona y cuando estaba haciendo eso, él no sintió remordimiento ni culpa. Sólo más tarde, cuando empezó a pensar en eso, se dio cuenta de que era una parte de él que nunca había notado antes. Incluso cuando a un detenido se le dio la oportunidad de salir de la cárcel y le explicaron que el experimento había terminado, estaba tan inmerso en su papel que no podía aceptar eso. Se preocupaba más por su reputación en la cárcel, esperaba retornar y demostrar a los demás presos que no era un traidor.
Dr: Laitman La ciencia de la Cabalá nos explica que el entorno define y moldea a la persona, y aparte del entorno, no hay otra fuerza que nos afecte y que determine lo que somos y en qué nos convertimos. Por lo tanto, es muy importante crear un entorno adecuado, de acuerdo con el objetivo que tú deseas alcanzar. Y este es el principio básico de la educación cabalística: estar en el grupo que estudia las leyes de la naturaleza (el Creador) y desear alcanzar el equilibrio y la unidad con esta (el Creador).
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