Permaneciendo para siempre en la espiritualidad

Permanecer en la espiritualidad para siempre significa estar de acuerdo en que tu ego no nunca será llenado. En la actualidad estamos en el comienzo del camino espiritual, y nuestros deseos de disfrutar no encontrarán llenado. Seguirán vaciándose más y más, hasta que se vuelva perfectamente claro para nosotros que tenemos que elevarnos por encima de ellos.
No tenemos otra opción. El enfoque anterior se ha agotado; todo este juego que se puso en marcha desde Arriba para hacernos crecer los deseos de este mundo, ha terminado. Ahora tendremos que trabajar en otro tipo de deseos. Y pronto veremos este fenómeno a escala mundial. Sentiremos la carencia en todo en nuestros deseos egoístas: seguridad, confianza, vitalidad y esperanza para el futuro. Al mismo tiempo, se presentará una oportunidad para conectarse con el Creador y pedir la adhesión con Él. Y te tornarás hacia El no con el fin de ocultar la sensación de carencia y vacío, ya que en ese caso, sólo tendrías que sustituir un menor llenado con uno mayor. ¿Quién no querría eso? Esto es lo que generalmente sucede cuando le ocurre algún golpe a la persona, y de inmediato recuerda al Creador y comienza a rezar. Normalmente, el cuerpo animal no te permite pensar en Él, pero cuando está asustado, se derrama por ayuda ante el Creador. Y tú (el humano en ti) aspiras al Creador, porque tu animal te empuja hacia a Él. Es como si este te dijera que no tiene nada para comer y te envía al Creador para pedir alimentos. Y tú, el humano, vas y pides por tu animal. Esta es la forma en la que vivimos. Pero si tú, el humano, aspiras a lo superior, no porque sientas la carencia en tu llenado regular, sino debido a que has comenzado a sentir la importancia del otorgamiento que el entorno te proporciona, entonces desarrollas deseos espirituales por encima de los deseos personales vacíos. Si lo haces, no porque quieras llenarte a ti mismo o beneficiarte de alguna manera, eso significa que has logrado una revolución interna con la cual comienzas a cuidar de tu vasija espiritual.