Se puede comparar el grupo con el coche que funciona sólo si todos sus detalles están en buen estado. Si un detalle se avería, el coche entero no funciona. Por un lado, esto motiva; por otro lado, asusta un poco. ¿Si una persona en el Congreso pierde su intención correcta, nada funcionará?
Rav: No. No es así, puesto que hay 125 grados que nos separan de la perfección. El sistema ideal aun está lejos de nosotros. Ahora tenemos que realizar el trabajo espiritual más corrupto: el trabajo del primer grado de abajo. En dicha situación no tenemos que preocuparnos de la perfección absoluta de cada uno de nosotros. Es suficiente con realizar un esfuerzo pequeño para recibir nuestro primero coche, el cual todavía es un coche de juguete. Aun no es un Porsche, sino un trasto de madera y sin motor, pero esto no es tan importante: ya es un coche. En el primer grado se requiere simplemente que estemos en el estado de perfección inicia, el cual es casi “ingrávido”. Es un estado de la unidad más ligera, la cual todavía tiene muchos defectos. Si en general llegamos al Congreso con el deseo correcto, esto es suficiente para alcanzar lo que se llama 1/125 grado de perfección. Nosotros tenemos la capacidad de hacerlo.
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