Se hace mediante la creación de un entorno determinado y este ni siquiera necesita ser puesto a prueba.
Fuera de todo lo que nos rodea, el entorno es la única herramienta capaz de influir en nosotros y con la que podemos influirnos. Si yo influyo en los demás y organizo todo de tal manera que me influya de cierta manera, esta influencia que pasa a través de ellos y vuelve a mí, yo la percibo como una influencia externa. Y esa influencia externa me cambia. El entorno cambia a la persona. Si un niño es dejado en el bosque, crecerá de la misma forma en la que lo hacen los animales, como los que lo rodean. Si él o ella son enviados a un buen pre-escolar y escolar, se convertirán en lo que el entorno haga de él o de ella. Por lo tanto, sólo tenemos que preocuparnos por el entorno. El entorno puede hacer que nos convirtamos en nadie.
Un entorno tiene poder sobre nosotros en particular porque nosotros estamos íntimamente conectados. Cada uno de nosotros es parte de todo el sistema, una pequeña célula en un organismo enorme y es a través de este organismo, que se vuelven nuestros su idea, poder, plan, pensamientos precisos y sentimientos. No podemos resistirlos porque estamos incluidos en este sistema.
Nosotros construimos juntos un entorno así, pero en realidad, cada uno de nosotros tiene que aprender cómo hacerlo. Nuestra meta es entrar conscientemente al siguiente grado comprendiendo lo que hacemos. Por primera vez, el hombre se vuelve el creador de un nuevo nivel en la naturaleza. En términos prácticos, él no crea nada, sino que conscientemente se ajusta a este sistema.
Se convierte en Adan (hombre). “Adam” viene de la palabra “Dome”, similar al siguiente nivel de la naturaleza. Por lo tanto, la persona empieza a entender todo el sistema de la naturaleza: Cómo funciona el pensamiento universal, cómo es gobernado y por qué sucede esto así y no de otra manera. Comienza a alcanzar el propósito de la creación y se eleva por encima de toda la naturaleza que percibimos (inanimado, vegetativo y animado) hasta el nivel de “Adam” (hombre) que es similar a toda la naturaleza en su diseño superior, a la noosfera entera, a la dimensión superior. Tarde o temprano, alcanzaremos eso, pero la pregunta es ¿a qué precio? Ya sea que vayamos a través de grandes sufrimientos que nos obliguen a cambiar o que construyamos nosotros una sociedad que nos atraiga, que nos ajuste a este carácter integral y que nosotros conscientemente, con entendimiento, aspiremos a ello con nuestro deseo y por lo tanto hagamos que nuestro mundo sea mejor.
Fuera de todo lo que nos rodea, el entorno es la única herramienta capaz de influir en nosotros y con la que podemos influirnos. Si yo influyo en los demás y organizo todo de tal manera que me influya de cierta manera, esta influencia que pasa a través de ellos y vuelve a mí, yo la percibo como una influencia externa. Y esa influencia externa me cambia. El entorno cambia a la persona. Si un niño es dejado en el bosque, crecerá de la misma forma en la que lo hacen los animales, como los que lo rodean. Si él o ella son enviados a un buen pre-escolar y escolar, se convertirán en lo que el entorno haga de él o de ella. Por lo tanto, sólo tenemos que preocuparnos por el entorno. El entorno puede hacer que nos convirtamos en nadie.
Un entorno tiene poder sobre nosotros en particular porque nosotros estamos íntimamente conectados. Cada uno de nosotros es parte de todo el sistema, una pequeña célula en un organismo enorme y es a través de este organismo, que se vuelven nuestros su idea, poder, plan, pensamientos precisos y sentimientos. No podemos resistirlos porque estamos incluidos en este sistema.
Nosotros construimos juntos un entorno así, pero en realidad, cada uno de nosotros tiene que aprender cómo hacerlo. Nuestra meta es entrar conscientemente al siguiente grado comprendiendo lo que hacemos. Por primera vez, el hombre se vuelve el creador de un nuevo nivel en la naturaleza. En términos prácticos, él no crea nada, sino que conscientemente se ajusta a este sistema.
Se convierte en Adan (hombre). “Adam” viene de la palabra “Dome”, similar al siguiente nivel de la naturaleza. Por lo tanto, la persona empieza a entender todo el sistema de la naturaleza: Cómo funciona el pensamiento universal, cómo es gobernado y por qué sucede esto así y no de otra manera. Comienza a alcanzar el propósito de la creación y se eleva por encima de toda la naturaleza que percibimos (inanimado, vegetativo y animado) hasta el nivel de “Adam” (hombre) que es similar a toda la naturaleza en su diseño superior, a la noosfera entera, a la dimensión superior. Tarde o temprano, alcanzaremos eso, pero la pregunta es ¿a qué precio? Ya sea que vayamos a través de grandes sufrimientos que nos obliguen a cambiar o que construyamos nosotros una sociedad que nos atraiga, que nos ajuste a este carácter integral y que nosotros conscientemente, con entendimiento, aspiremos a ello con nuestro deseo y por lo tanto hagamos que nuestro mundo sea mejor.
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