¡Mi amigo, el gran sabio!

Cuando la persona empieza a decir algo, yo me formo una cierta actitud hacia esto, puede ser indiferencia, tal vez odio. ¿Cómo debo responder correctamente a las palabras de los amigos?

Rav: Si estoy en el grupo, entonces yo estoy comprometido en el trabajo espiritual y es por eso que debo considerar a cada uno de mis amigos como un gran sabio, como un gran cabalista, como un representante del Creador, que se encuentra ahora frente a mí. Y si él, por así decirlo, está diciendo tonterías, tengo que verlo como si yo no entendiera lo que dice: Yo no lo entiendo. Lo que él dice es absolutamente cierto, absolutamente correcto, ideas divinas, pero yo no las entiendo, así es como debo aceptarlo y relacionarme con él, no condescendientemente, ni como si él fuera un niño pequeño a quien yo quiero y tengo que perdonar, etc., y naturalmente, no con odio o impaciencia. Yo tengo que tratarlo como el más grande de mi generación. Tengo que aproximarme a todo esto desde abajo, esta es la condición de mi estadía en el grupo. Sólo entonces empiezo a sentir que el Creador sustituyó estas frases a propósito para que yo me formatee a mí mismo correctamente y me dirija hacia Él, hacia “no existe nadie además de Él”.