
“Algunas de las nuevas evidencias sugieren que las personas que se dedican a vivir con un sentido de propósito mientras envejecen, tienen más probabilidades de permanecer cognitivamente intactas, tienen mejor salud mental, e incluso viven más que aquellas que se centran en el logro de los sentimientos de felicidad”. “De hecho, en algunos casos, demasiado énfasis en sentirse felices puede en realidad llevar a sentirse menos felices, según los investigadores”. “El placer que viene, digamos, con una buena comida, de una película entretenida, o de una victoria importante de un compañero de equipo deportivo, un sentimiento llamado “bienestar hedónico” tiende a ser a corto plazo y fugaz. Criar a los hijos, ser voluntario o ir a la escuela de medicina puede ser menos placentero en el día a día. Sin embargo, estas actividades dan una sensación de plenitud, de ser lo mejor que uno puede ser, sobre todo a largo plazo”. “Eudaimonía” es una palabra griega asociada con Aristóteles y a menudo mal traducida como “felicidad”, la cual ha contribuido a malos entendidos acerca de qué es la felicidad. Algunos expertos dicen que Aristóteles quería decir “bienestar” cuando escribió que los seres humanos pueden alcanzar la eudaimonía al cumplir su potencial. Hoy en día, la meta de entender la felicidad y el bienestar, más allá del interés filosófico, es parte de una amplia investigación sobre el envejecimiento y por qué algunas personas a evaden la muerte prematura y las enfermedades. Los psicólogos que investigan los tipos de felicidad eudaimónica versus la hedonista en los últimos cinco a 10 años, han analizado los efectos específicos de cada tipo en la salud física y psicológica”. Por ejemplo, los síntomas de la depresión, la paranoia y la psicopatología se han incrementado entre las generaciones de estudiantes universitarios estadounidenses desde 1938 hasta el 2007, según un estudio estadístico publicado en 2010 en la Revista de Psicología Clínica. Los investigadores de San Diego State University que llevaron a cabo el análisis, señalaron un creciente énfasis cultural en los EE.UU. en el materialismo y el estatus, que hacen hincapié en la felicidad hedónica, y en la disminución de la atención a la comunidad y sentido de la vida, como posibles explicaciones. “El hecho de participar simplemente en actividades que puedan promover el bienestar eudaimónico, tales como ayudar a los demás, no parece producir un beneficio psicológico si la gente se siente presionada a hacerlo, según un estudio del Dr. Ryan y un colega publicado el año pasado en la Revista de Personalidad y Psicología Social. Cuando la gente dice: A largo plazo, esto me dará algún tipo de recompensa”, esa persona no obtienen tantos beneficios, dicen. “Ser feliz no significa sentirse eufórico todo el tiempo. La tensión profunda es mala, pero la tensión de “no tengo tiempo suficiente que muchas personas sienten mientras equilibran el trabajo, las exigencias familiares y otras demandas, pueden no ser tan malas, dice el Dr. Diener. Para mejorar la sensación de felicidad y la eudaimonía, es necesario enfocarse en las relaciones y en el trabajo que se ama, dice el Dr. Diener, y añade, ‘Deje de sentarse en torno a las preocupaciones sobre sí mismo y enfóquese en sus metas”.
Mi comentario: Dado que estamos en el poder de una fuerza de la naturaleza, entonces, según la medida de similitud con ella, nosotros caemos bajo su buena influencia, que se manifiesta en todos los niveles del cuerpo y de la psique, así como del entorno.
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