Rav: Dime, ¿por qué y para quién trabajas la tierra? Nosotros pensamos que trabajamos por nuestro propio bien, pero de hecho eso no es lo que está sucediendo. Hace mucho tiempo, los humanos estaban en el nivel animado pensando sólo cómo alimentarse a sí mismos. Ellos no sentían que fueran parte de los demás ni tenían un sentido de comunidad. Pero con el desarrollo de nuestros deseos de recibir, la gente ya no fue capaz de proveer para sí misma. Entonces, uno se convirtió en un granjero, otro en pastor, y otro trabajó con herramientas. Se nos dice: “Vayan y ganen unos de otros”. Nuestros deseos se volvieron más complejos, en consecuencia, nuestro mundo se hizo más complejo. En última instancia, nosotros creemos que nos servimos a nosotros mismos, pero de hecho, en realidad servimos a otros. Estamos bajo la ilusión de que actuamos para nuestro propio beneficio, pero en realidad, se trata de un malentendido. Realmente, trabajamos para obtener nuestro sueldo, que no es otra cosa que un engaño. De hecho, trabajamos para otorgarles y proveerles a otros. Por ejemplo, tú cultivas tomates y todo el día estás pensando cómo venderlos y qué ganarás. Así que recuerda, si no te consideraste a ti mismo a través del prisma engañoso de egoísmo, verás que estás simplemente tratando de encontrar una manera de ayudar a que los demás se beneficien. Tú te contienes por una falsa ilusión de que todo lo que haces es obtener ganancias, puesto que no conoces otra forma de motivarte, porque aun no sabes cómo el hecho de preocuparte por los demás servirá para este propósito. Bueno, puedes permanecer bajo la impresión de esta mentira si lo desea. En realidad, el afán de lucrarte es un fraude completo. Pronto colapsará el sector bancario y tú podrás ver esto. Del mismo modo, nosotros animamos a los niños o engañamos a un burro al colgarle una zanahoria frente a su hocico para hacer que trabaje.
Pregunta: Así pues, ¿un cabalista cultiva tomates, gana medio millón por la venta de ellos y piensa constantemente cómo utilizar este dinero para el beneficio de los demás?
Rav: ¡Por supuesto! De lo contrario, él no estaría trabajando en aras del otorgamiento. ¿Qué tipo de un cabalista sería?
Pregunta: Pero, las personas están construidas de tal manera que la mayor parte del tiempo no piensan en esas cosas.
Rav: Las olvidas constantemente debido a que tu percepción no está relacionada con el otorgamiento por ahora. Una madre siente a su hijo dentro de sí misma, por lo tanto nunca se olvida de su bebé. Internamente, ella nunca se separa de su hijo, simplemente no puede cortar el cordón umbilical que los conecta. Espera, tú también descubrirás que el cordón que te une con los demás.
Pregunta: Pero incluso de manera egoísta, yo no sueño con mi futuro sueldo todo el día.
Rav: ¡Eso es correcto! Sin embargo, piensas constantemente en los diversos placeres que te atraen. Un experto recibe la satisfacción sensorial e intelectual de hacer bien su trabajo. Con el tiempo, encontrarás que estás trabajando para el beneficio de los demás. Todos nosotros somos trabajadores del Creador, estamos dándonos unos a otros todo lo que podemos en contra de nuestra voluntad y no reconocemos nuestro otorgamiento. En vez de un cuadro del mundo hermoso y perfecto, nosotros vemos una imagen perversa y malvada, que altera la realidad en su completa oposición. Finalmente, nosotros tenemos que “eliminar la ceguera” y levantar el velo del ocultamiento. Nada cambiará, a excepción de nosotros, pero cuando tú cambies, verás un mundo invertido.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.