El Libro del Zóhar es la fuente de Luz que llega a nosotros si queremos usarla correctamente. Así, al estudiar libros cabalísticos, siempre evoco alguna iluminación sobre mí, pero esta llega de acuerdo a la intensidad de mis esfuerzos y disposición. Si estudio para ganar algo corporal o para ganar el próximo mundo como un privilegio personal, entonces la Luz, mediante su influencia, crea en mí una oscuridad aún mayor. Me alejo más de comprender para qué se me dio este sistema, qué tengo que hacer conmigo mismo y cómo debo tratar a los demás. Incluso cuando leo palabras maravillosas acerca del amor y la conexión, no tengo una sensación de pertenencia, no veo la conexión y no sé cómo percibir el texto: si dejarlo entrar en mi corazón o no, esto significa que estudio como un murciélago que se alimenta por la noche y no espera el amanecer. Pero si trato de conectarme con otros y esta es la razón por la que aprendo el método, al preservar y observar la condición para aceptarla en el Monte Sinaí anhelando junto con todos ser “como un hombre con un corazón”, entrar en garantía mutua, alcanzar el amor fraterno y a través de éste el amor del Creador, entonces la Luz comienza a hacerme avanzar. Este ya no es el camino ordinario que se supera en etapas, sino que yo comienzo gradualmente a descubrir el mal estado fragmentado en este. El estudio egoísta oculta mi ego de mí y yo me veo como un justo. Por otra parte, mediante el estudio correcto, descubro que estoy inmerso en el mal. Lo primero que la Luz me revela son mis atributos malvados y yo tengo que trabajar en correspondencia. Al descubrir el mal, siento sensaciones incluso peores que antes ¿Entonces qué hago? Después de todo, de acuerdo a mi naturaleza, quiero escapar cuando me siento mal. ¿Tal vez deba dejar de estudiar y abandonar el grupo? ¿Tal vez deba sentir impotencia? ¿O tal vez debo estar feliz de que se me permitió descubrir el reconocimiento del mal? Esta debe ser una ley para mí, una invitación: Si puedo elevarme por encima de una sensación no placentera, anhelaré el otorgamiento por encima de la recepción. Yo prefiero recibir un golpe, ya que los sufrimientos que se revelan en mi ego me muestran que no trabajo para este. Aun cuando experimento sensaciones no placenteras, las supero y apunto hacia la unidad. No escapo para endulzar lo amargo; no me cierro, no desciendo, ni dejo de estudiar. Al contrario, acepto todos los problemas que vienen de todas las direcciones en el camino para unirme con los amigos, como enviados por el Creador y que no existe nadie más aparte de Él. Acepto todos los estados como benéficos para mi avance, no quiero anularlos y continúo estudiando para neutralizar la mala sensación. Realmente quiero esto, quiero que permanezca ya que me enfoca exactamente en la forma de elevarme por encima de ellos, por encima de la razón. Con gusto acepto todos los problemas e interrupciones, la presión de las circunstancias, las burlas externas, los diferentes sufrimientos, ya que todo ello me ayuda a enfocarme correctamente en la meta, creando tales limitaciones, tales marcos, que al trabajar dentro de ellos yo avanzo indudablemente. Así construyo dentro de mí las vasijas de otorgamiento por encima de las vasijas de recepción. Estas continúan creciendo y sufriendo, mientras que yo, al estar un nivel por encima de ellas, quiero aferrarme a la conexión con el Creador hasta que alcance la fe completa, el atributo de Bina y comience a usar mis vasijas de recepción con el fin de otorgar. Pero entonces tampoco tengo intención de calmarme, ya que me he elevado a tal grado que no debe haber ningún pensamiento de complacencia. Al contrario, yo aspiro hacia arriba cada vez más e incluso estoy dispuesto a recibir placer, pero no con el fin de llenarme, sino con el fin de satisfacer el deseo del Creador.
Este es todo nuestro trabajo. A lo largo de este camino yo necesito una fuente real, un deseo egoísta que me proporcione la fuerza de otorgamiento, gracias a que supero los problemas y los sufrimientos que se revelan en este y es claro para mí que todo esto viene del Creador.
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