
Pregunta: ¿Cómo debe ser la presión espiritual? ¿Cómo se diferencia de la presión física?
Rav: La presión espiritual también se manifiesta físicamente, pero de acuerdo con nuestro grado. El gobierno superior nunca cambia. Este es el mismo “Bueno que hace el bien”. Él sólo aparenta ser muy malo cuando nos va mal. Un niño que no ha podido graduarse de tercer grado cuando debería estar en quinto grado, considera a sus padres de la misma manera. Sus demandas parecen extremas, ásperas y muy difíciles, pero es sólo porque él aún no está listo. Si quisiera corresponder a su nivel y avance, consideraría de ayuda las demandas de sus padres y entonces ellos lo dirigirían al próximo grado. En lugar de una dura presión, sentiría como si lo tomaran de la mano y lo guiaran hacia la dirección correcta. Para ayudar a un niño a resolver un problema que se presente ante él, se le hacen preguntas fundamentales que lo ayuden a avanzar, a volverse más sabio, y a crecer. Se le proporcionan bloques de construcción, rompecabezas y otros juegos, para ayudarlo a desarrollarse y él lo entiende. Sin embargo, ¿qué puedes hacer cuando es hora de que aprenda a jugar ajedrez, él aún anda por ahí con un biberón y juega con sonajeros?. Así, cuando estamos en un nivel adecuado de desarrollo, entonces experimentamos al Superior como “Bueno que hace el bien”. Mientras tanto sentimos de la manera opuesta que: Él quiere tirar de nosotros hacia el siguiente nivel y es por eso que Él tiene demandas; no obstante, entendemos esas demandas de forma incorrecta. Sin embargo, si no hemos llegado al nivel adyacente al Superior, entonces percibimos Su influencia como ocultamiento. Esto se debe a que esta influencia no pasa por su lado opuesto, como aquello que queremos llegar a ser, sino que pasa por su “lado equivocado”, y esto es un problema: No somos capaces de percibir al Superior como “Bueno que hace el bien”. No vemos sus cuidados. No sabemos de Su existencia o programa. Esto es llamado “ocultamiento dentro del ocultamiento”. Hoy, estamos en medio de este estado y del ocultamiento regular en el que ya es posible justificar al Superior y entender que Él se oculta con el fin de elevarnos y cuidar de nosotros. Esto es similar a la manera en que un niño recibe un conjunto de bloques de construcción y no la construcción ya realizada, no el resultado preparado, si el niño es brillante, entiende que esto se hace por su propio bien, para su desarrollo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.