
Pregunta: ¡No entiendo cómo puedo decir lo opuesto de lo que siento!
Rav: Por favor entiende que no vemos el mundo ¡Sólo nos vemos a nosotros mismos! Cada persona tiene un filtro ante sus ojos que sólo me permite ver lo que es bueno y lo que es malo para mí. Eso es así para que pueda distanciarme de las cosas que me dañan y acercarme a las cosas que son buenas para mí. Veo el mundo de forma muy selectiva. No conozco y no estoy familiarizado con el mundo real, el cual existe fuera de mí al otro lado de mis manos que estoy usando para cubrir mis ojos, no lo entiendo y no sé nada de este. Se me presenta de la manera en que lo traza mi deseo egoísta, pero cuando comienzo a percibir este deseo egoísta como un enemigo y deseo ver el mundo como bueno, entonces deseo remover esos anteojos de distorsión, egoístas y para hacer esto, hablo bien de todas las cosas que veo como malas. Esto no significa que te estoy mintiendo porque te trato como una madre trata a su hijo, y me gustan todas tus cualidades. Así es como te veré una vez que remueva los anteojos egoístas porque lo único que existe fuera de mí es un mundo perfecto.
Pregunta: ¡Pero yo aún tengo puestos esos anteojos de distorsión, egoístas!
Rav: Sin embargo, deseas ver más allá de ellos. Elevarte por encima de tu conocimiento. Tu egoísmo natural está soldado a esos anteojos. Es por eso que sólo ves defectos en tu pareja cuando la observas. Si fueran unos anteojos normales, simplemente te los quitarías y los desecharías, pero esos anteojos están implantados en ti y es por eso que debes aceptar todo lo que es bueno así como lo malo. Recuerda, estás observando a través de anteojos distorsionados. “El amor cubre todas las transgresiones”. Esto significa que no quedarán crímenes, sólo el amor, en lugar de ellos. Amas todo en tu pareja. Simplemente no notas ningún defecto en ella porque el hábito se vuelve una segunda naturaleza ¡Trata lo más fuerte que puedas hasta que se vuelva un hábito! Vamos a decidir que de ahora en adelante, nos comportaremos en el hogar como si ambos fuéramos perfectos y no hubiera contradicciones entre nosotros, como si de verdad quisiéramos hacerlo lo mejor posible el uno por el otro y ser como un cuerpo, no físicamente, en la cama, sino emocionalmente, internamente. Verás materializarse todo esto tras una multitud de ese tipo de ejercicios. Sin embargo, naturalmente, en esto no lo puedes lograr sin la presión social del entorno. Nunca abandonas este seminario sin fin. Simplemente existes dentro de este y después de pronto verás que la naturaleza dentro y fuera de ti comienza a cambiar. Verás que el mundo es diferente, así como tú mismo y tus relaciones. Todo cambiará. Como está escrito, “vi un mundo al revés”. Esto parece un ejercicio sicológico, pero hay una gran profundidad en ello. Necesitamos una fuerza colectiva para influirnos y ayudarnos a comenzar esos ejercicios. Sin embargo, existe aquí una condición muy importante: Es necesario que el maestro de este grupo provenga de la comunidad de Bnei Baruj.
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