En las noticias de DailyMail: Ser una madre amorosa no es sólo dar atención emocional, esto paga
dividendos, determinando el tamaño del cerebro de su niño, dicen los
científicos.“Según los neurólogos ésta importante
diferencia tiene una causa primaria, la forma en que cada niño fue
tratado por su madre.” “El niño con el cerebro más grande y más
plenamente desarrollado, fue cuidado por su madre, ella fue
constantemente sensible a su bebé, informó The Sunday Telegraph. Pero el niño con el cerebro reducido fue víctima de negligencia grave y abuso”. “Las consecuencias de estas deficiencias
fueron pronunciadas, el niño de la izquierda con el cerebro más grande
será más inteligente y más propensos a desarrollar la capacidad social
para sentir empatía con los demás”. “Pero, por el contrario, el niño con el
cerebro reducido será más propenso a convertirse en adicto a las drogas y
a participar en crímenes violentos, con muchas más probabilidades de
estar desempleado y de depender de los beneficios estatales”“El niño es también más propenso a desarrollar problemas mentales y otros problemas de salud serios”. “El profesor Allan Schore, de UCLA, dijo a The Sunday Telegraph
que si a un bebé no se le trata adecuadamente en los dos primeros años
de vida, esto puede tener un impacto fundamental en el desarrollo”. “Señaló que los genes de varios aspectos de la función cerebral, incluyendo la inteligencia, pueden no funcionar”. “ Lamentablemente existe la posibilidad de que nunca puedan desarrollarse y llegar a existir”.
Dr: Laitman El amor, es decir, la inclusión en los deseos de otro, es la propiedad más importante de nuestro mundo y de los mundos superiores. La única diferencia es que en nuestro mundo
este atributo está oculto de nuestra capacidad de identificarlo como
esencial y de desarrollarlo. Por lo tanto, éste se nos ha dado como una
orden, como una pauta que hay que seguir para llevarme yo mismo y al
mundo, a la perfección. Naturalmente, la cualidad misma del amor es benéfica en todos los niveles.
En el caso de los niños, nuestros
instintos naturales (animales) se encienden, los cuales a veces se
interrumpen al oponer los deseos súper egoístas, humanos, cuando herimos
a nuestros propios hijos, al elegirnos a nosotros mismos antes que a
ellos, en cuyo caso las personas son “más bestiales” que las bestias. Al salir a un mundo superior que reposa en el amor, a pesar y por encima de nuestro egoísmo, nosotros estamos construyendo el amor,
dejando el rechazo por debajo de él, cubriendo el odio con el amor y
con la mínima pantalla, comenzamos sentir el mundo superior.
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