La sabiduría de la Cabalá es una sabiduría especial que en realidad lo explica todo. Sin embargo, uno debe alcanzarla. No se percibe con la mente y los deseos con los que nacimos, tampoco a través de nuestra naturaleza. Nacimos en el “nivel animado” y tenemos que desarrollar las propiedades del próximo nivel en nosotros, del nivel “humano” (Adam), que significa asemejarse (Domé, semejanza en hebreo) con la fuerza superior. En nuestra realidad corporal también recibimos diferentes señales del mundo
a nuestro alrededor, de acuerdo con nuestra equivalencia con este. Yo
percibo el mundo a mi alrededor de acuerdo con mi sensibilidad al rango
de frecuencias y con la sensibilidad de mis sentidos de la vista, oído y
otros sentidos, pero, en adición, existen muchas otras frecuencias,
todo tipo de fuentes, que yo no percibo. Percibo el mundo sólo a través
del rango de frecuencias en los que mis sentidos están sintonizados o a
través de instrumentos que puedo crear con el fin de expandir el rango
de esas frecuencias y no más que eso. Nosotros no creamos algo que no
podemos tener; sólo expandimos lo que tenemos. Por otra parte, con el fin de revelar la
fuerza superior, tenemos que crear un sentido adicional totalmente
nuevo dentro de nosotros. Este es cualitativamente nuevo; ya que todos
nuestros sentidos están limitados a recibir, a la intención egoísta para
uno mismo, percibimos el mundo a nuestro alrededor sólo con respecto a
lo que nos interesa; qué cosas buenas podemos recibir de este y qué
cosas malas podemos evitar. Inicialmente yo percibo el mundo a
través del filtro de mis cinco sentidos, en las frecuencias a las cuales
estoy sintonizado. Aparte de eso, está mi ego,
que filtra todo de acuerdo al principio, “¿Esto será bueno o malo para
mí?” Si no hay una respuesta en nuestro enorme deseo por algo, en el
estimado del beneficio o del daño potencial, entonces no lo percibo ni
lo veo. Sólo percibimos lo que quiere nuestro deseo, lo cual significa
qué es positivo o negativo para este, o qué puede dañarme o traerme
contento, entonces lo veo. Con ese enfoque, incluso si expandimos
nuestros sentidos por medio de la creación de diferentes instrumentos
como telescopios, microscopios, etc., no ayudará en nada, dado que
nuestro ego, que está detrás de ellos, de todas formas clasificará todo
de acuerdo a esta escala.
Existe una gran cantidad de
investigación realizada por psicólogos y físicos. En la física moderna
existe el concepto del “observador”. Al principio la física de Newton
afirmaba que el universo era como los veíamos. La imagen descrita era
bastante simple, aun cuando Newton estudió la sabiduría de la Cabalá y
también estudió hebreo con el fin de leer la versión original de las
fuentes. Después vinieron Albert Einstein y Hugh
Everett quienes llegaron a una diferente descripción del concepto: El
mundo a nuestro alrededor es como lo percibimos; en realidad, es
totalmente diferente, pero al percibirlo, lo cambiamos, lo inclinamos y lo fragmentamos mediante nuestros atributos. Al observar cualquier
evento físico, lo distorsionamos sólo por el hecho de verlo y como
resultado sin nosotros no sería como fue. Entonces, no es suficiente con que
percibamos todo a través del filtro de nuestro ego, sino incluso cuando
observamos algo, mediante nuestra participación, nosotros interferimos
con la imagen del mundo. Observa una estrella y ya es diferente sólo por
el hecho de mirarla; esto es lo que dicen los físicos. Hoy, llegamos a entender que existe una
percepción diferente del mundo, no la percepción formal que está basada
en nuestros atributos animales. La sabiduría de la Cabalá lo expresa de
manera simple; dice: en lugar de tu sentido corriente, en lugar de tu
ego en el cual recibes sólo para tu propio bien, tú estabilizas un
sentido diferente, lo haces totalmente diferente, lo haces con el fin de
otorgar. Si abres el atributo de este nuevo sentido de manera que esté
enfocado hacia afuera de ti mismo, tú determinarás cómo luce el mundo en
realidad. Verás que es totalmente diferente; verás que es real. En
adición, te cambiarás a ti mismo. El nuevo sentido que aparecerá en ti
es llamado un “alma”. En realidad, no importa cómo lo llames.
De una manera u otra, con este nuevo sentido, verás todo el mundo
externo que “no ha sido tocado”, sigue siendo como es, las fuerzas, las
conexiones y sus metas. Estarás tan adaptado y tan conectado con él,
que todo lo que está en tu ego, en tu estado animal, en tu cuerpo
animal, simplemente “morirá”. Esto significa que no lo sentirás, así de
microscópica te parecerá la sensación de vida actual, comparada con lo
que sentirás cuando descubras el mundo que existe por fuera de ti mismo y
cuando existas en este. A esto nos lleva la sabiduría de la Cabalá.
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