Como Baal HaSulam dice en su artículo “600.000 almas”, en realidad existe una sola alma, un solo deseo, Maljut de Ein Sof (Infinito).
La Luz que entra por el Creador está estampada en el deseo de recibir y
esto le da sus diversas cualidades, pero en una forma opuesta. Entonces
el deseo tiene que elevarse por encima de su forma que es opuesta a la
Luz y asemejarse a ella. La oposición permanece; en realidad crea tanta
intensidad, una conexión tal, que le permite al deseo entrar en la Luz,
conquistarla y absorberla. Ahora hay espacio para esto. Así sólo existe un deseo, si la
expresamos en palabras de manera diferente, se debe a que nosotros
alcanzamos solo algunas partes, y ni siquiera partes sino diminutos
granos de auto realización. Es como una imagen holográfica, en la que
cada una de sus partes lo incluye todo (M), pero en pequeña escala (m).
Todos los detalles se mantienen, pero pierden la precisión inicial.
Aquí existen las primeras diez Sefirot, pero la claridad es diferente.
La pregunta es: Si existe una sola alma,
¿por qué somos tan diferentes unos de otros? Esto se debe a que, en
general, en tal caso, todo tiene que ser mucho más simple, la misma alma
se hace más pequeña y sus líneas se vuelven “borrosas”.
Pero esto no es lo que realmente sucede, a
cada uno le parece diferente, puesto que cada uno tiene su propia raíz
del alma. En otras palabras, nosotros alcanzamos el alma general desde
distintos “ángulos” por medio de nuestra incorporación mutua en todos. Esto se debe a que el punto en el corazón
está en realidad por encima del deseo de recibir, en los demás. Este es
la raíz espiritual del alma individual, mientras que el deseo en sí
mismo no vale nada por sí mismo. Por otra parte los “demás”, son el
mismo concepto que todos, es decir Adam HaRishon (el primer
hombre). Así que todos nosotros alcanzamos lo mismo pero desde
diferentes perspectivas, hasta que estos conectan. Es así para que
podamos ayudarnos unos a otros a alcanzar el atributo de otorgamiento.
Ahora yo le atribuyo mi alma al deseo de
recibir, que en realidad no existe. Mi alma está en los demás, y yo
tengo que trabajar por fuera del deseo, por fuera de mí, “al otro lado
de mi piel”, al adquirir una capacidad para otorgar, vasijas de
otorgamiento. Yo tomo el deseo de los demás y recibo de ellos MAN
(una petición por corrección), les doy lo que ellos quieren, así desarrolló mi alma, mi inclinación y el anhelo hacia el exterior
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.