Gradualmente ellas provocarán las sensaciones correctas, las
aspiraciones correctas y las sensaciones esenciales en nosotros, pero al
principio nos confunden. En realidad, el amor es un llenado
interno mutuo. Éste puede presentarse como los elementos de un
rompecabezas que tienen formas opuestas, pero que cuando se ponen uno
junto a otro se complementan uno al otro y son correspondientes. En otras palabras, los deseos de uno
(mostrados como un menos (-) en rojo) se llenan con las acciones del
otro (un más (+) en negro), así entran uno en el otro y constituyen una
imagen común.
Nosotros sentimos las distancias entre
ellos (es decir los estados de deficiencia, no el llenado) como
aflicción (un gran menos). Sólo el contenido apropiado del otro puede
llenarlo.
Básicamente, nosotros existimos ya en la
naturaleza en correspondencia previa con los demás, pero diferimos sólo
en nuestras protuberancias, espacios vacíos y ahora necesitamos hacer
que se correspondan unos con otros. Es por eso que “ama a tu prójimo
como a ti mismo” se trata de llenar los deseos del otro. Para eso,
tenemos que darnos cuenta y sentir exactamente qué quiere el otro. ¿Cómo podemos resolver eso? Si
trabajamos juntos en la misma dirección y estudiamos los materiales
acerca de una metodología, comenzamos a entender qué necesita
exactamente cada uno de nosotros. Entonces, ni siquiera necesitamos
darnos cuenta de qué forma existe en los otros; sólo comenzamos a
aspirar a las mismas formas y el resto del trabajo lo hace la Luz que
desciende hacia nosotros desde arriba. Es por eso que debemos tomar en
cuenta un componente más, la Luz que viene a nosotros, nos impacta y al
final completa nuestra conexión. La metodología espiritual hace factible
corresponder y complementar mis posibilidades con las posibilidades de
mi prójimo al convocar las Luz Circundante. Este complemento mutuo es llamado amor u
otorgamiento recíproco; es cuando uno abre su corazón y el otro lo
llena. Nuestros deseos comunes son llamados el corazón. Hablando en general, en la naturaleza
todo está completo. Nosotros no tenemos que cambiar el deseo, ni debemos
alterar nuestras propiedades positivas. En otras palabras, naturalmente
poseemos una oportunidad de otorgar y opciones para recibir. Lo único que necesitamos es hacer que se
correspondan de manera correcta, entonces la Luz Circundante nos
ayudará. Después de conectarnos, comenzamos a demostrar una cualidad
mutua de recepción y otorgamiento que de hecho está en el Creador. Como
está dicho, nosotros construimos al Creador a partir de nosotros mismos y
de nuestras intenciones. Así, creamos un Kli, vasija, un lugar, un deseo correcto a través del cual se revelará esta cualidad.
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