El mundo “multidimensional” está
compuesto de círculos concéntricos, los cuales investigamos desde dentro
de nuestro pequeño mundo que se encuentra en el centro del punto
central de estos. El gran cabalista, el ARI, escribe que
después de que todo se contrajo, fue trazado un rayo de luz y se crearon
todos los mundos hasta nuestro mundo, que es el último de todos y se
encuentran dentro del enorme espacio vacío. Sólo un estrecho canal de
Luz pasa desde el mundo del Infinito (símbolo ∞) a nuestro mundo.
Nosotros comenzamos a desarrollarnos
desde su punto más central, en cuyo interior, de acuerdo a la
astronomía, a través del poder de una explosión, fue creada toda la
materia. De acuerdo a la sabiduría de la Cabalá, la materia fue creada como resultado de una contracción incluso anterior a la explosión. Nuestro mundo es absolutamente opuesto a
todo lo que existe por fuera de él. Por lo tanto no sentimos todo lo
que existe por fuera de él. Junto con esto, nosotros sentimos sólo lo
que entra a través de nuestros cinco sentidos y a partir de esto nos
describimos para nosotros mismos la imagen del mundo. Esto es lo que
tenemos. Toda la creación se formó a través de
una contracción constante de arriba hacia abajo. Es decir, todos los
círculos se contrajeron gradualmente hasta que el área de contracción se
rompió en una multitud de partes bajo la influencia de la Luz. Por lo
tanto, dentro de la materia (del deseo de recibir), aparecieron las
características de la Luz, excepto en la forma opuesta. Si la característica de la Luz es
otorgar, llenar, amar, conectar, enriquecer, crear, es decir, crearlo
todo para que sea beneficioso, bueno eterno, entonces cuando entra y
rompe la materia, ésta la divide en un gran número de partes, en sí
misma produce en este lugar las características opuestas a las de ella,
las características de recepción, egoísmo, coerción, odio y rechazo, las
cuales están dentro de nuestras emociones negativas, aunque las usamos
debido a que se han convertido en nuestra naturaleza, así es como
somos. Todo lo que nos separa (el llamado "Faraón")
son las características negativas de la Luz, su opuesto. Y a partir de
ellas nosotros podemos aprender, podemos explicarlas de forma inversa
todo el tiempo y ver lo que está sucediendo. Por lo tanto, nuestro trabajo se realiza
con “fe por encima de la razón”, es decir con otorgamiento por encima
de le recepción, con el anhelo de unión, conexión y amor, por encima de
nosotros mismos, por sobre nuestra naturaleza. De esta manera es
posible seguir adelante. Pero nosotros mismos sólo podemos hacer
pequeños esfuerzos, además, aquellos que están listos para esto son sólo
personas que tienen un “punto en el corazón“, el comienzo de la característica de otorgamiento. En principio, existe esa chispa en
todos; ésta sólo se descubre gradualmente, comenzando por las personas
que son más sutiles y después en aquellas que son más toscas. Al mismo
tiempo, cuanto más tosca sea la persona, mayor es su potencial. A pesar
de que es más difícil que ella se corrija a sí misma, consecuentemente,
la intensidad del descubrimiento de su altura espiritual también será
mayor. Por lo tanto, aquellos que se corrijan después de nosotros
añadirán una inmensa Luz a nuestra percepción. Digamos que, en suma, nosotros alcanzamos el nivel de Nefesh y después de eso, cuando este pasa a ellos, ellos alcanzan los niveles de Ruaj, Neshama, Jaya y Yejida.
Cada generación alcanza un cierto nivel particular, la siguiente
generación que la reemplaza, alcanza alturas aún mayores. Nosotros nos
desarrollamos de manera idéntica. Nuestro desarrollo es gradual. Aquellos
en quienes se despierta el punto en el corazón se inclinan por la
búsqueda del sentido de la vida. Ellos no están influenciados por
ninguna religión, lo que les interesa es el alcance, es decir, un
llenado real de conocimiento, emoción, capacidad para “coger” al mundo
entero, para descubrirlo plenamente, para sentirlo dentro de ellos y
para que ellas puedan sentirse dentro de él de manera real, tangible. El
punto en el corazón los empuja hacia esto. Sin embargo, solo el punto en el corazón
no es suficiente para esto, más bien se requiere de la ayuda mutua del
resto de las partes rotas de los deseos colectivos, o al menos de una
parte de ellos. Esta es la forma en la que se reúne el grupo. Es más, no somos nosotros quienes reúnen
el grupo. Éste se crea como si fuera por casualidad. La idea es que a
nuestro alrededor existe una Luz más elevada que llena el vacío que se
formó (llamamos a esto un vacío, porque en realidad no sentimos la Luz), ésta actúa sobre nosotros según el grado de inclinación de nuestro
anhelo por su característica.
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