Tenemos que tomar sobre nosotros el trabajo que es ajeno al ego y que
está completamente por encima de su poder y la carga del grupo para que
éste haga su mejor esfuerzo. Así, al no haber logrado el resultado,
pedimos llevar el asunto como ayudantes, trabajadores del Creador y
sólo entonces obtenemos el resultado. ¿Cómo podemos diferenciar al comienzo
del trabajo entre la locura y la insensatez, versus coraje y
consideración? ¿Dónde se encuentra este límite?
Dr: Laitman
Aquí es necesario tener a alguien que maneje el proceso, quien pueda
aprobar o rechazar “enseguida” cada detalle que los operadores necesiten
saber para usarlo. Por lo que necesitan estar conectados entre sí al
máximo cada vez, a fin de, no obstante, volverse hacia Él. El mundo no puede vivir sin un “rey”,
sin sus representantes, sin aquellos que son leales a él. El hombre
necesita a alguien cerca de él que sepa más que él, que vea el futuro y
describa las direcciones correctas. “Esto no es para nosotros, pero
iremos allí, haremos lo que ustedes crean conveniente dentro de estos
límites”. Esta jerarquía debe ser constante. Entre
nuestros grupos no puede haber algún tipo de grupo que haga todo lo que
cree importante de acuerdo a su criterio, que en última instancia tenga
éxito. Esto se debe a que el ego lo acompaña constantemente y todo el
tiempo, el grupo necesita hacer nuevos discernimientos, tener nuevas
etapas de aclaración. Lamentablemente yo no creo que esta gran
dependencia disminuya con el tiempo. Por el contrario, crecerá. Lo sé
por mi relación recíproca con mi maestro Rabash: Cuanto más avanzaba yo, más lo necesitaba, en realidad me acerqué mucho más a él. En nuestro mundo es precisamente lo
contrario: Cuanto más crece el niño, más independiente se vuelve, hasta
abandonar la casa de sus padres.
Mientras que aquí ustedes se adhieren
más y más a aquellos que están más elevados, porque en esencia, ellos
los unen con el Creador, ustedes simplemente no están dispuestos a
seguir adelante sin Él. Por lo tanto, yo ahora aprendo mucho más de mi
maestro que lo que aprendí hace treinta años
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.