En relación a la citada
velocidad, puesto que él confía en las revelaciones de los profetas
anteriores, que han pavimentado el camino para la él. Obviamente, esto
también depende del desarrollo de sus oyentes, dado que las palabras
claras y concisas requieren de una generación más desarrollada que pueda
entenderlo. Si estas dos adiciones se unen en un pequeño grado, él
puede tener mucho más éxito que un grande. Lo principal es que la generación sea
capaz de aceptar nuestro mensaje. Aquí, el tiempo hace lo suyo, hasta
que llegue el momento de actuar y precisamente el pequeño puede
convertirse en un mediador, al bajar idea espiritual. Después de todo, el grande, en su
perfección, es como el señor que toma decisiones al más alto nivel, sin
condescender con los detalles “locales”. Muchos agentes se interponen
entre él, la persona normal y aun así esta persona necesita ayuda
específica en su vida cotidiana ordinaria. Esta es la razón por la cual, en cierto
sentido, el pequeño es más cercano a las personas que el grande. Esto se
debe a que él no puede hablar de manera más simple y llevarlos a los
niveles de alcance, explicando su trabajo en detalle. El grande está muy lejos de las masas. Baal HaSulam escribe en “La profecía de Baal HaSulam”
que él pidió ser bajado a fin de ser capaz de explicarles a las
personas. Por esto, él descendió a un nivel inferior y luego pasó el
método hacia abajo. Por otra parte, en los niveles más
elevados, él no habría sido capaz de escribir para nosotros. Allí, el
alcance no puede expresarse por escrito, en un lenguaje comprensible.
Éste sólo está disponible en forma de caracteres, Guematria, o
por medio de las palabras que escribió en sus cuadernos de notas, las
palabras que no existen en nuestro mundo. Después de todo, las fuerzas y
las leyes que rigen las combinaciones de las letras en su fuente bajo
el Parsa de Bina no funcionan en los grados más altos, por lo tanto, es necesario descender por debajo de Jazé del Partzuf AVI y proceder a nuevos Zivuguim allí. Sin embargo, en cualquier caso, esto no
se trata de personas sino de grados y, por supuesto, ya sea el pequeño o
el grande, quien desciende a un grado inferior, él puede traernos mucho
más bien, en cualquier caso, en esta etapa del camino. Entonces, para nosotros, aquel que esté
cerca de nosotros es importante, pero no el que está lejos. Si hoy en
día nos encontramos con Baal HaSulam o con alguno de nuestros
antepasados, si, en teoría, nosotros hubiéramos entrado en contacto con
el alma, separada de nosotros digamos que por unos cien grados, no
podríamos haber hecho nada al respecto. Simplemente, no tendríamos nada
que hacer. Nuestra generación necesita conexión con
un cabalista en una serie de ascensos, descensos y todo tipo de
estados ya que nosotros estamos imbuidos en los deseos del entorno.
Incluso nuestras preguntas surgen de nuestro estudio. Si él no nos
hubiera enseñado, no tendríamos casi nada que hacer, de hecho, como el
mundo entero.
Resulta que aquel que es cercano es importante.
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