Se encuentra allí también con la línea izquierda. De esta forma, uno agrega su Aviut (espesor) al de todos, y se crea un Kli grueso que realmente demanda oración. La oración llega de la situación en la que el creado comprende que se encuentra en un estado en el que no tiene ni puede tener en él ninguna posibilidad de ascender, a una decisión por encima de este esclarecimiento; que aquí sólo el Creador puede decidir. Y no es que el Creador, con Su poder de otorgamiento, vence a Faraón – la fuerza de recibimiento - se trata de cosas más elevadas que un simple equilibrio de fuerzas entre Faraón y el Creador – aquí hay un asunto de combinación entre dos fuerzas juntas en la línea media y hay que subir por encima de ellas. Nosotros oramos a cada momento, pero la pregunta es dónde la oración se convierte en verdadera, en correcta – dónde somos capaces y activos. La Luz que reforma llega únicamente cuando la precede el MaN, la demanda de nuestra parte, y por eso el verdadero avance es cuando uno siente la carencia en la que uno activa al Superior desde su necesidad. Cuando uno descubre que existen en él todos los entendimientos y las fuerzas y no tiene la posibilidad de implementarlos, pero comprende que aquí le hace falta el conocimiento del Superior, del oculto. Y entonces exige y recibe la revelación y asciende a un grado más superior. Sólo en la medida en la que nos incluimos en el grupo, descubrimos la bondad y la maldad como parte de la meta, que por encima de ellos llegamos a conseguirla. Si uno llega en su búsqueda a un estado en el que pide solamente la capacidad de decidir correctamente, de esto se dice que ha llegado a la oración verdadera. Porque al fin de cuentas, lo que aprendemos revelando y combinando las fuerzas de recepción y otorgamiento, es cómo decide el Creador estar por encima de ellas, cuáles son sus decisiones exactamente, “Te conocemos por Tus actos”. Del interior de todos los fenómenos que se revelan, queremos conocer Su cabeza, Sus pensamientos, Sus intenciones, Sus planes. Este es, en realidad, nuestro trabajo, y aquí debe haber una oración, porque nosotros no podemos alcanzar Su mentalidad por nosotros mismos, ese sitio de decisión del que se ha creado su acción – nosotros. La línea media no es una simple conexión entre derecha e izquierda – el hombre es el pensamiento, la intención. La fuerza de otorgamiento y la fuerza de recepción son sólo fuerzas – la decisión sobre el propósito del uso de estas fuerzas es el hombre, la cabeza. Lo más importante es que cuando uno se anula frente al grupo, se encuentra allí también con la línea izquierda. De esta forma, uno agrega suAviut (espesor) al de todos y se crea un Kli grueso que realmente demanda oración. Debemos aspirar a llegar al estado en el que estemos conscientes de todas las Reshimot (reminiscencias) que suben en nosotros constantemente, y que adjuntemos a ellas la intención. En todos nuestros ascensos hasta Gmar Tikún (final de la corrección) no recibimos nada de lo que ganamos, fuera de la fuerza de trabajar, y todas las Luces se encuentran Arriba. Esto nos provoca pesadez de corazón – cuanto más trabajo, me convierto en más y más vacío – y por medio de esto aumenta en mí la fuerza de la demanda. Y esto es, precisamente, una gran ganancia.
Una buena vida es cuando tú recibes el deseo de recibir de esta forma, por el cual tú puedes amar al Creador, que puedes usar tu deseo con el fin de otorgar.
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