En nuestro mundo estamos acostumbrados a actuar independientemente. Yo uso toda mi fuerza, conocimiento, energía, potencia de estar conectado con mi entorno, mis habilidades innatas tanto como mis hábitos arraigados por la crianza y educación. Yo soy la fuente; soy el centro. Viniendo de mí mismo actúo y formo mi camino en el mundo. En cada paso del camino vemos cuán efectivo es este acercamiento. Después de todo, nacimos por el poder del egoísmo, el deseo de disfrutar. Y debido a que todavía estamos usando aquel deseo de “tener éxito” alcanzar auto beneficio, usamos por consiguiente todo lo que tenemos, ambas cosas, nuestras capacidades internas y nuestros medios externos. Tengo fuerza, razón, impulso, y audacia, todas las cosas que son inherentes a mí, y yo las uso exteriormente, en la dirección de ir desde adentro hacia afuera de mí. Pero esto no es lo que ocurre durante la corrección del alma. Si mi meta fija no es tener éxito en este mundo, sino en el mundo espiritual, si quiero atravesar hacia aquel mundo y adquirirlo, entonces descubro que no estoy listo para esto desde el principio. No tengo fuerzas, entendimiento, o cualidades que me hacen capaz de acercarme por mi mismo y atacar, atravesar o conquistar el Mundo Superior. Toma tiempo realizar esto. Pero más tarde, al ver que mis “instrumentos” regulares no tienen poder aquí, experimento debilidad, desánimo, y no sé qué hacer. Por lo general esto lleva a la persona a un gran descenso. Después de todo, no tiene ningún medio para alcanzar lo que desea, entonces ¿Qué puede hacer? Existen dos cosas ocultas aquí que uno debe realizar:
1.- Yo no pertenezco o correspondo al mundo espiritual de ninguna manera o forma. Ahora esto está completamente claro para mí. Y este momento de debilidad es un buen inicio. Después de todo, en esencia esto habla de la realización de mi propia naturaleza, la cual está separada de la naturaleza espiritual y no me ayudará de ninguna manera. No tengo ninguna inclinación, medio, herramienta o posibilidad para encontrar mi camino al lugar donde quiero estar. No puedo hacer cara o sello de esto. Estoy espiritualmente inmóvil e inaccesible.
2.- Soy capaz de obtener una fuerza que me ayudará y una mente que me direccionará a adquirir el Mundo Superior por medio del entorno. Después de todo, el entorno es el medio del alcance del Mundo Superior, y este está bien presente junto a mí. Es al grupo a quien soy llevado desde Arriba y por medio del cual puedo recibir las Fuerzas Superiores con el fin de que me influyan. No adquiero el mundo espiritual al aspirar ir desde dentro de mí mismo hacia afuera de este. Yo no lo compro, absorbo o entro en él. En otras palabras, con el fin de conquistar el Mundo Superior, debo adaptarme a mí mismo a este. Entonces descubriré que estoy en él. De esta forma, el acercamiento al trabajo y su resultado, tanto como la reconciliación de mi mismo y el Mundo Espiritual son completamente opuestos a aquello con lo que trabajamos en nuestro mundo. Aquí debo alcanzar, adquirir o conquistar lo que deseo, mientras que en el mundo espiritual es lo contrario, inicialmente listo para mí. Yo aun estoy en él y todo lo que tengo que hacer es cambiar con el fin de que esto llegue a ser evidente.
1.- Yo no pertenezco o correspondo al mundo espiritual de ninguna manera o forma. Ahora esto está completamente claro para mí. Y este momento de debilidad es un buen inicio. Después de todo, en esencia esto habla de la realización de mi propia naturaleza, la cual está separada de la naturaleza espiritual y no me ayudará de ninguna manera. No tengo ninguna inclinación, medio, herramienta o posibilidad para encontrar mi camino al lugar donde quiero estar. No puedo hacer cara o sello de esto. Estoy espiritualmente inmóvil e inaccesible.
2.- Soy capaz de obtener una fuerza que me ayudará y una mente que me direccionará a adquirir el Mundo Superior por medio del entorno. Después de todo, el entorno es el medio del alcance del Mundo Superior, y este está bien presente junto a mí. Es al grupo a quien soy llevado desde Arriba y por medio del cual puedo recibir las Fuerzas Superiores con el fin de que me influyan. No adquiero el mundo espiritual al aspirar ir desde dentro de mí mismo hacia afuera de este. Yo no lo compro, absorbo o entro en él. En otras palabras, con el fin de conquistar el Mundo Superior, debo adaptarme a mí mismo a este. Entonces descubriré que estoy en él. De esta forma, el acercamiento al trabajo y su resultado, tanto como la reconciliación de mi mismo y el Mundo Espiritual son completamente opuestos a aquello con lo que trabajamos en nuestro mundo. Aquí debo alcanzar, adquirir o conquistar lo que deseo, mientras que en el mundo espiritual es lo contrario, inicialmente listo para mí. Yo aun estoy en él y todo lo que tengo que hacer es cambiar con el fin de que esto llegue a ser evidente.
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