No tenemos otro trabajo más que este – unir todo al concepto de “uno”.

Cuanto más avancemos en el camino del desarrollo espiritual, la separación entre todas las partes nos parecerá mucho más real, grande, potente, en todo tipo de formas – la diferencia entre el bien y el mal, receptor y dador, será mucho más grande y cada vez tendremos que unirlo más y más al concepto del “uno”.Ahora tengo que intentar unir todas las cosas en uno, en mi trabajo personal, atribuirlo todo a una única fuerza. Y si logro hacerlo, entonces construyo en mi percepción un sistema que llega a su Keter (corona) y así llega a la corrección – corrección de mi percepción.Sin los demás, no podré acercarme al concepto del “uno”; puedo conectar todo lo que siento en el gran mundo, únicamente al interior del sistema que se me ha dado.Tenemos que poner como primera prioridad el asunto de la responsabilidad mutua, el pacto - que el individuo se esfuerza todo el tiempo en sentirse responsable de los demás, especialmente cuando tiene ante él una meta fija, entonces esto funciona. Por ejemplo, ahora, antes del congreso, queremos ser responsables y nos encontramos en Arvut (garantía mutua) uno con el otro, en la que nadie se olvida de la meta y todos nos acercamos y estamos en tensión por ella.