De todo el material que publicaron usted y Anthony Kosinec, fue fácil para mí sincronizar con el Sagrado Corán todas sus enseñanzas. Esto me dejó claro que tanto la Torá como el Corán vinieron de la misma fuente. Sin embargo, no veo que ustedes hablen en absoluto sobre el demonio o en qué forma podemos afectar nuestros deseos. ¿Podrían explicar, partiendo de sus enseñanzas, dónde pueden posicionarlo a él o sus efectos? (Arabia Saudita)
Respuesta: Todas las fuerzas positivas (que dan) y negativas (egoístas) sólo existen en una misma persona. No hay nada por fuera de la persona, sino la fuerza correctora oculta (la Luz, el Creador), que se manifiesta en la medida de nuestra aspiración a ser asemejarnos a ella en nuestras relaciones. Es por eso que “ama a tu prójimo como a ti mismo” es la regla general de la Torá (el método de corrección). No hay duda de que el Sagrado Corán es también una consecuencia de las mismas leyes de la naturaleza (el Creador) acerca de las cuales habla la Torá (Cabalá).
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