La cirugía espiritual
Lo más importante en el trabajo espiritual es que te dirijas tú mismo hacia el objetivo usando muchos parámetros, mientras tomas en cuenta las diversas condiciones que te rodean y que te guiarán directamente al objetivo. Es lo mismo en nuestro mundo. Digamos que yo soy un artillero que dispara a un blanco distante. Yo no puedo ver este objetivo ya que a 15 millas de distancia. Yo tengo que calcular la cantidad de TNT que necesito usar en relación a la masa del cartucho de modo que éste alcance su blanco. En suma, yo necesito tener en cuenta la humedad del aire, el viento, la temperatura y otros miles de parámetros. Anteriormente solíamos usar tablas pero hoy en día todas estas numerosas condiciones están programadas en un computador. Esto no es sencillo. En nuestro mundo, primero disparamos unas cuantas veces para hacer la prueba, las usamos para determinar la desviación y sólo después disparamos un tiro hacia el blanco. Pero no existe tal cosa en la espiritualidad, nosotros no podemos “disparar“ y calcular nuestro error, verificar si nosotros “dimos“ o no en el Creador. Necesitamos considerar todas las condiciones. El grupo se crea para ese propósito y todos los componentes están allí para hacer los cálculos con el fin de alcanzar la meta. Es por esa razón que la sabiduría de la Cabalá es una ciencia acerca de cómo llegar a la posibilidad de revelar una nueva propiedad dentro de nosotros: la propiedad de la revelación del Creador.
El avanzar no es suficiente para nosotros porque yo no puedo ver nada frente a mí. Yo estoy en un estado tal, que yo no sé qué significa “avanzar“. ¡Yo no lo veo! Quizá ¿estoy moviéndome en una dirección completamente opuesta? Una gran pregunta se cierne sobre todo esto. ¿Qué puede hacerse?
Es por eso que existe nuestro egoísmo, de modo que al quitarlo podamos determinar “¿Qué es exactamente ese algo que “no es él“, no es nuestro egoísmo? Y en este “no es él“, precisamente allí podría estar el Creador. Es decir, el egoísmo opera en todo excepto en una sola dirección, la contraria a este. Con el fin de encontrar la meta única, la propiedad de otorgamiento y del amor, la que se llama “Creador“ nosotros comenzamos desde su opuesto. No lo sabemos porque todos nuestros deseos, incluyendo el amor y el otorgamiento en nuestro mundo, son todos egoístas y no tienen que ver con la espiritualidad, con la verdadera y genuina propiedad de otorgamiento y amor. No podemos olvidarnos de eso, no estamos en ella en absoluto, nadie lo está, ¡de ninguna manera!. Con el objeto de guiarnos en el mundo espiritual y de orientarnos correctamente se nos dieron el egoísmo, el grupo, el estudio y finalmente la Luz Superior, la cual, en última instancia, ejecuta esta operación quirúrgica espiritual. Esta “opera“ en nosotros con su rayo y libera el alma, “lanzándola hacia el exterior“.
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