Durante nuestro trabajo en los talleres, tuve una sensación como si fuera un guardia para mi amigo ¿Tal estado es justificable? ¿O cada uno es igual en un círculo y tiene derecho a asegurarse de que sus amigos no están desviándose de la meta y del tópico del taller?
Rav: Tengo que percibir al grupo como algo absolutamente perfecto: un sistema eterno, infinito, y perfecto. Entro en este como algo pequeño en algo enorme que me está formando.
Si estando en el grupo veo o escucho algo poco placentero viniendo de mis amigos, algo que parece muy malo o imperfecto, tengo que entender que esto es porque yo soy así. En otras palabras, el Creador me determina de tal manera que perciba todo precisamente de esta manera. Él está jugando conmigo dado que, como está escrito, “No hay nadie más aparte de Él”. Tengo que justificarlo y decir que percibo todo de forma negativa a causa de mis propiedades no corregidas. Si yo existo en conexión con mis amigos, no puedo ver nada negativo en ellos, ¡sino sólo perfección! Todo lo demás es mi culpa o es culpa del Creador.
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