Cuando empecé a estudiar Cabalá hace un año y medio, sentía lo mucho que quería a la gente y cuánto la gente me amaba a mí. Ahora tengo una sensación muy extraña en que yo en realidad no trato a las personas tan bien, y que la gente no es demasiado buena hacia mí tampoco. Siento la mala voluntad de la gente, incluso de aquéllos que estudian Cábala. ¿Qué debo hacer con esta sensación?
Rav: Cuando una persona está estudiando Cábala, él o ella pasa a través de todo tipo de estados. Una persona tiene que pasar por los estados en los que odia a todo el mundo, los aleja y siente que todo el mundo lo está tratando de esta forma también con algo de manipulación astuta, intenciones ocultas y así sucesivamente. Él o ella pasa a través de todos los estados que podrían existir en cualquier persona. La persona que alcanza el mundo superior en última instancia, pasa a través de absolutamente todo por lo que atraviesa la humanidad. Lo individual y el todo son iguales, por lo tanto, no hay ninguna sensación, ningún suceso interno, o análisis interior por los que una persona no pase o experimente. Tenemos que entender que es necesario todo esto para que podamos ensamblar en nosotros aquellas propiedades que son necesarias para nuestro equilibrio con el mundo entero. Sin embargo, tenemos que ver desde una distancia todos estos acontecimientos y sensaciones que experimentamos dentro de nosotros mismos. En otras palabras, me observo a mí mismo desde lejos. ¿Qué quiere decir “yo”? Una criatura, que ahora está pasando por ciertos estados, y que se le está mostrando quién es, cómo se percibe el mundo, y así sucesivamente. Es decir, en este caso yo soy participante de un experimento. El “yo” es mi cuerpo, mis propiedades, mi carácter. ¿Y quién es el que estudia en este experimento? El punto en el corazón que está fuera de mí. Estoy tratando de tirar de este hacia fuera y ser un investigador con respecto a mi propio ser, de mirarlo y verme a mí mismo desde un costado. Si una persona es capaz de hacer esto, entonces gana mucho y progresa rápidamente. Bajo ninguna circunstancia debemos identificamos con nuestro propio yo, porque no somos nosotros, ¡es el Creador! Él creó el deseo y Él juega con este deseo como le place. Pero yo no debería ser un juguete. También debo salir de mí mismo y desde el costado ver cómo El juega. Entonces, ¿por qué siento como que el deseo es mío? A fin de que puedas entender realmente y sentir cómo El juega, te dieron la sensación de que es tuyo, de lo contrario no lo tendrías en cuenta: “¿Cuál es la gran cosa?, sólo está jugando con algunos animales, plantas y rocas” Todo está incluido en el dominio del Creador, una sola fuerza gobierna sobre todo. Pero cuando Él gobierna sobre mí: ¡Oh!, ¡ahora esto es una historia diferente! ¿Soy capaz de considerar que todo lo que Él controla fue hecho por Él y no por mí? La capacidad de “separarse” a sí mismo de su propio yo y de mirarse a sí mismo desde el costado, esta es la condición para un rápido avance. Por lo tanto, no eres tú. Simplemente mira lo que Él hace contigo. ¡Inténtalo! Al avanzar más en esta forma, serás capaz ahora de dividirte en un investigador (este punto se convertirá en tu línea derecha) y en un egoísta, que siempre crecerá en ti en oposición (línea izquierda). Esto es necesario. Es por esto que decimos: “No hay nadie más aparte de Él”, aparte del Creador. ¿Por qué? Si hay alguien aparte de Él significa que soy yo. Esto es malo. Estoy viendo la realidad erróneamente. “No hay nadie más aparte de Él”: eso significa que exceptuando el punto que me dio (el punto en el corazón), todo lo demás: es Él, mientras que el punto en el corazón es dado para que yo sea independiente y autónomo. Eso significa que yo jalo este punto hacia afuera, pero todo lo demás es Él. Mi carácter, mis características, todo eso es de Él. Así es como debo percibir todo. Me tengo que identificar a mí mismo con el punto en el corazón. Elevamos estos puntos por encima de nosotros mismos y los unimos. Y todo lo demás, nuestro egoísmo, nuestro cuerpo, permanecen por debajo. Por lo tanto, traten de separarse así todo el tiempo y entonces no tendrán problemas con el mundo. Naturalmente, soy un egoísta y soy malo, odio a los demás y otros me odian. Todo lo que me parece, aparece a través de mi cuerpo, que en realidad no es mío así es como el Creador me lo está mostrando. Esto es trabajo.
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