Revisando la conexión con el grupo
Tenemos que entender que sólo hay dos estados en nuestra vida, en nuestra realidad: un estado de oscuridad, una sombra, o un estado de Luz, de conexión, de revelación del bueno y el benevolente. No hay nada en medio. Si al escuchar acerca de esto la persona constantemente trata de clarificar los estados por los que pasa, ya sea una sombra o la revelación del Creador, ella avanzará en la línea media. Baal HaSulam, Shamati, artículo 8: “Cuál es la diferencia entre una sombra de Kedushá y una sombra de Sitra Ajra“: “En su lugar, todos los cambios están en los que reciben. Debemos observar dos discernimientos en esta sombra”. El primero es cuando la persona aún puede unirse con los amigos, al superar los pensamientos acerca de la separación y la “confusión” de los sentidos. Ella aún puede superar la oscuridad y el ocultamiento; aún entiende que ha perdido la meta, el camino hacia el Creador. Pero en general, nadie lleva a cabo una autocrítica real, “¿Por qué me siento de esta manera? ¿De dónde viene esta sensación?” yo no soy mi propio sicólogo, simplemente me siento bien o mal, como un niño. No calculo quién me envía esos pensamientos y esas sensaciones. Soy “cocinado” en ellas y me hundo en mi cuerpo, como un niño pequeño. Aun así la persona debe conocerse y examinarse a sí misma: “¿Qué han evocado mis sensaciones y mis pensamientos?” ¿Cómo puedo ascender por encima de mí mismo, por encima del estado actual? ¿Cómo puedo salir de este pantano tirándome de mi propio cabello?” La persona siempre se ve a sí misma desde un costado, “Si, estoy hundido en mi deseo egoísta. Si, este me controla. Es verdad, no me permite conectarme, no me deja levantarme para la lección, me fuerza a desconectarme, hace que la vida diaria y sus acontecimientos parezcan más importantes. Pero veo que estoy en un estado que es opuesto a la meta”. ¿Cómo puedo entender y reconocer esto? Cuando aún estoy conectado con algo externo, con el grupo. Aquí viene el momento de la verdad, puedo revisar si estaba conectado realmente con el grupo o no. Si no estaba conectado, sólo me siento a mí mismo: me siento mal, no quiero nada, etc. Más aun, ni siquiera trato de tomar esto en cuenta y simplemente fluyo sin ningún pensamiento o deseo en especial. Pero si estuviera conectado con el grupo, si tuviera una alianza con los amigos, de acuerdo a la cual ellos tienen que ayudarme incluso si caigo y me dirijo en otra dirección, las conexiones internas permanecen, me preocuparía de cómo me ven ellos y no olvidaría totalmente mi compromiso. Ellos me apoyarían y yo sería capaz de verme desde un costado y aclarar mis sensaciones. Así estaría dividido en dos: mi propio yo y mi actitud hacia el grupo. Sólo entonces, al aferrarme a la conexión con los amigos, seré capaz de clarificar y revisarme y mediante eso, comenzar el ascenso que sigue al descenso. De otra manera, no tengo oportunidad; simplemente caigo y me voy. Entonces la persona puede superar el primer tipo de sombra, al justificar su actual estado y entender que le fue enviado por el Creador. Entonces ella puede pedir ayuda al Creador. ¿Por qué me vuelvo hacia Él? No para sentirme mejor, porque entonces estaría pidiendo anular mi inclinación al mal, la cual Él ha creado, al añadir la Torá como una especia para ello. Entonces debo pedir la especia, para que el poder del amor y el otorgamiento, el poder de la conexión venga de Arriba y me permita avanzar hacia la otra línea. “Cuando uno aún tiene la habilidad de superar la oscuridad y el ocultamiento que siente, justificar al Creador y rogar al Creador que el Creador abra sus ojos para ver que todos los ocultamientos que uno siente vienen del Creador”.
Cuando a la persona se le deja indefensa y sin una salida, cuando maldice al Creador, a los amigos y la vida, aun así está viéndose a sí mismo desde un costado y de pronto ve una oportunidad para salir, puede exigir que el Creador lo ayude ¿Por qué? Porque ella no acepta el estado en el que la providencia del Creador parece mala y no puede justificarlo a Él. La persona se siente mal porque piensa de mala manera del bueno y benevolente, al ser opuesto a Él. Si parece malo, es una señal de que soy opuesto al Creador. Tenemos que construir un Masaj (pantalla) y la Luz que Retorna por encima de todas las situaciones difíciles. Incluso en las peores situaciones yo debo ver al Creador como su fuente, como la Luz que está llena de abundancia infinita, pero que está rota dentro de mí y se convierte en una mala sensación, en una sombra, en oscuridad, ya que mis atributos son opuestos al bueno y benevolente, opuestos del atributo de otorgamiento y amor. Así avanzamos cada vez que clarificamos las cosas correctamente. Lo principal es descubrir constantemente este punto, “¿Qué siento?” “¿Quién me está enviando esta sensación?” Este es todo el principio de nuestro trabajo y esto es lo que divide a la humanidad en el 1% y el 99%.
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