En nuestro mundo la persona está acostumbrada a ponerse en actuación en
presencia de los demás: manteniéndose a sí misma de una manera
particular, hablando y emulando a héroes de las series de televisión.
Esto se debe a que nosotros somos educados con ejemplos: nos comportamos
de acuerdo a los ejemplo que vemos en la vida o en la pantalla. Todas nuestras vidas, todo nuestro
comportamiento consta de estructuras prefabricadas, preparadas en
nuestro cerebro desde el principio. Cómo sentarse, cómo parase, comer,
hablar, etc., todo esto se compone de imágenes muy pequeñas que se
encuentran dentro de nuestras cabezas, las tenemos todo el tiempo, las
tiramos y las ponemos como una grabación rota: uno, dos, tres es así
como nos comportamos. Pero ahora tenemos que jugar con
nosotros mismos por primera vez. Aquí la persona se siente perpleja y
no entiende qué hacer. Ella se confunde como un niño pequeño que repite
todo imitando a los adultos,
hasta que aprende a imitarlos de todas formas y obtiene estas
imágenes. Entonces ya se comporta en concordancia con ellos. Ella sabe
que es necesario comportarse así allá, aquí de otra manera. Los
adultos se ríen y ella también, aunque no sepa de qué se ríe. Pero nosotros no tenemos ejemplos de comportamiento en la espiritualidad.
Este es un tema separado y complejo. Por lo tanto traten de estar con
ellos como ustedes mismos, sin expectativas; yo soy así aquí, desde el
corazón. ¡No le presten atención a nada! sólo como unos pocos amigos que
aparecieron aquí, esto los rompió en este tipo de formas y eso es todo,
debemos ser como ellos todo el tiempo.
Pregunta: ¿Pero qué pasa si digo algo que no va de acuerdo a las reglas?
Dr: Laitman ¡Esto no importa! ¿Qué reglas puede haber? Si hablan desde el corazón, entonces todo va.
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