¿De dónde sacas esos pensamientos? Ya vez, no te distraían antes como
lo hacen ahora. Esto indica que no estás lo suficientemente preocupado
por aferrarte a la meta. Si tu entorno está bien, entonces algo no está bien contigo. Este es tu diagnóstico: falta de conexión con el entorno. Si la conexión con ellos fuera fuerte, seguramente no surgirían pensamientos externos en ti. En el momento en que yo encontré a mi maestro Rabash (busqué
un maestro por mucho tiempo, pasé por muchos maestros antes que a él),
luché por adherirme completamente a él; de esta manera quemé todos mis
barcos.
Pregunta: ¿Cómo puedo despertar en mí una importancia como esta? No sé qué hacer, cómo ponerme en movimiento.
Dr: Laitman
En los momentos en que les dan un gran deseo, es necesario realizarlo,
para que más tarde no tengan la posibilidad de abandonar. Verán, después
de esto les darán dificultades muy grandes y ustedes deberán
superarlas. Si yo ya dejé atrás todo lo anterior, el nivel previo, ya
no puedo retirarme ¡me dan dificultades enormes! ¡ no tengo hacia
dónde escapar! Esto es muy importante. De cierta manera no estamos
conscientes de que siempre nos quedan rutas de escape: “no está tan
mal”, “más tarde”, “ahora no me siento muy bien”, comenzamos a sentir
lástima por nosotros mismos. De esa despreciable forma habla el auto
amor en nosotros. Tienen un grupo, estudio, trabajo,
diseminación y todo ¡Pero tienen que conectarse con esto!. De otra
manera todo el tiempo abandonan y la confusión no los deja ir hacia
adelante. El grupo debe revisar a todos sus amigos e influir en ellos de
esta manera, atrayéndolos hacia una adaptación más seria dentro del
grupo. Este es nuestro problema. Por otra parte, queremos que el grupo
sea lo más grande posible, que todos vengan sin condiciones ¿Qué
diferencia hay si una persona viene a las lecciones dos veces a la
semana o siete veces a la semana? ¿Qué diferencia hay si estudia
seriamente o escucha de forma casual? ¡Simplemente no está lista para
nada más! ¿Cuántas personas se dedican a la ciencia? ¡Todos los demás
quieren dejar la escuela! Es decir, en principio, no necesitamos
limitaciones severas para entrar al grupo ¡Todo el que quiera estudiar
debe venir! ¡Especialmente ahora que estamos hablando tanto de la
educación integral!. Por otra parte, debemos estrechar lo
más posible la conexión entre nosotros y aferrarnos unos a otros. Pero
si yo observo a los que vienen una vez a la semana; yo mismo seré así. Aquí nos encontramos una vez más en una
contradicción, lo cual es típico de nuestro camino y aún no podemos
encontrar el punto medio. Si se les ocurren buenas ideas acerca de este
asunto, con gusto las escucharé.
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