Como especialista en coaching
personal, puedo dar fe de que más del cincuenta por ciento de las
personas vienen a los cursos específicamente porque tienen dificultades
para construir conexiones como pareja. Este es un tema muy doloroso y difícil.
Las personas no entienden cómo construir y mantener la conexión más
importante de sus vidas. A veces están en desesperación y levantan las
manos, pero en lo profundo de sus corazones, a pesar de que todo, ellos
anhelan esta cercanía, a pesar de no saber cómo construirla.
Dr: Laitman
En primer lugar nosotros debemos entender que atravesamos
constantemente una serie de cambios. Es imposible comparar las parejas
modernas con las parejas antiguas que vivieron a mediados del siglo
pasado y más aun las que vivieron, incluso antes de esto. Las personas
se comunicaban con mayor facilidad en ese entonces; se casaban con los
aldeanos, ellas conocían a todas las familias, estaban familiarizadas
con sus características, cultura y educación. Por lo tanto, no habían sorpresas en el matrimonio, incluso el menú de la futura familia
era conocido desde el principio. Las personas eran más dependientes de
las demás; requerían más ayuda mutua. Debido a la falta de tiempo, las
personas solas no podían cuidar de sí mismas, no podían construir sus
vidas, llevar la casa, cocinar, limpiar, lavar la ropa y así
sucesivamente. En resumen, en la pareja se necesitaba el uno al otro para sobrevivir. La persona simplemente no veía un futuro sin el matrimonio y sin una familia saludable. Ella ni siquiera podía suplir sus necesidades. Ocurría lo mismo con respecto a los
niños. En general, toda la sociedad estaba basada en patrones de familia
claros con tres generaciones que a menudo vivían juntas. Los jóvenes,
los viejos dependían unos de otros y de hecho, eran una unidad
inseparable. Por otra parte, hoy en día, debido a los
avances tecnológicos y de comunicación global, todo se ha mezclado y es
diferente. La persona ya no necesita de su “segunda mitad”; ella puede
ocuparse fácilmente de sí misma y vivir sola. Como resultado de esto,
nosotros ya no dependemos de la pareja y desde la edad de 11 a 12 años,
los niños están esperando la oportunidad de escapar del cuidado de sus
padres. Además, no tenemos tiempo para prestarles la suficiente atención
a ellos, por no mencionar el hecho de que ellos no están involucrados
en el manejo del hogar como lo estaban antes. Por lo tanto, si en el pasado la pareja
apoyaba conjuntamente un hogar compartido, hoy realmente no tenemos nada
en común. La familia moderna se “rompe” fácilmente en dos partes y cada
parte puede llegar a funcionar por sí sola. Las leyes modernas
contribuyen a esto y la opinión pública no ve nada malo en la ausencia
de una familia. Él tiene un trabajo, un hobby, una ambición por la vida
que es primordial ante sus ojos y un sinfín de tentaciones, contra las
cuales la familia parece ser un obstáculo innecesario. Vemos que la gente cambia de cónyuges y
construye un número de familias a lo largo de su vida. Los estudios
indican que la persona moderna no puede permanecer en el marco de una
familia durante más de diez o quince años. No es de extrañar que el
cambiar la familia uno hoy en día, sea sólo una cuestión de tiempo. Por lo tanto las condiciones de la vida
familiar han cambiado drásticamente. Pero por otra parte, el concepto de
“familia” sigue siendo una demanda interna (más pronunciada en las
mujeres y en los hombres ocurre subconscientemente). Las personas
quieren esto, pero no saben cómo manifestarlo. A ellas no se les ha
enseñado qué es una familia, cómo construirla y qué podemos exigir de
ella. Esto se debe a que estamos hablando de una asociación compleja
entre un hombre y una mujer en la que también participan los niños y los
padres de ambos lados. Esto no se les enseña en las escuelas,
los programas de televisión, los chistes se esparcen por todas partes,
creando a menudo una actitud despectiva. Todos quieren lucir como un
héroe y en nuestros días un “héroe” es alguien que irradia
indiferencia. Al final, no sabemos qué es una familia.
Tenemos una especie de sueño acerca de esto, pero no hay verdaderos
ejemplos de vida. Cuando el joven mira a sus padres, ellos no encuentran
nada particularmente atractivo en su vida en común; ellos viven en
diferentes “nichos”, apenas se cruzan y al parecer tienen dificultades
para encontrar el tiempo para “crearla”, hasta allí llegan sus
esfuerzos compartidos. ¿Dónde está el hogar familiar? ¿Dónde hay algo
con respecto al apoyo mutuo común que los obligue a trabajar para
sobrevivir y a seguir viviendo juntos? No existe un compromiso mutuo
entre ellos. La industria y la tecnología, la vida en
Internet, todo esto han ampliado las fronteras para nosotros. En el
pasado las personas vivían en el marco de la familia y el trabajo;
estaban fuertemente ligados por el manejo compartido de la economía
familiar, pero de repente el mundo entero ahora llega directamente a
nuestros hogares y hemos sido movidos hacia un tipo de relaciones
“vagas” poco claras.
Resulta que si las personas piensan
acerca de la familia de hoy, ellas no tienen educación ni ejemplo frente
a ellas. Tienen que aclarar de nuevo qué es para ellas una verdadera
familia. Así, la persona cambiará para que pueda obtener lo suficiente
de la construcción de la vida familiar, nosotros tenemos que transmitir
esto a través de cursos prácticos especiales basados en la psicología
y que abarquen todas las variedades de relación familiar. Nada puede
hacerse aquí sin recursos educativos reales.
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