Nosotros caemos de rodillas y halagamos al Creador, listos para
hacer cualquier sacrificio, como en las culturas antiguas, etc., pero
esto es totalmente erróneo. Debemos saber realmente qué significa esto. El alabar el atributo de amor, otorgamiento expande nuestra mente y nuestros deseos, porque si lo
hacemos, atraemos sobre nosotros mismos la Luz Circundante (Ohr Makif)
nos abrirnos a su influencia, aunque no entendamos realmente lo que
estamos haciendo. En cualquier caso, incluso en el más bajo nivel hay un
resultado. El alabar los atributos de amor y
otorgamiento en el grupo entre los amigos, eleva ante nuestros ojos al
Creador, a la fuerza superior llamada así porque está por encima de
nosotros en calidad y de esta forma podemos acercarnos a la revelación
de Él. Todas las bellas frases sobre el amor del Creador, alabar al
Creador, anhelarlo a Él, inclinarse ante Él, nos acercan al Creador.
La mayoría de nosotros no entendemos
este atributo porque estamos sólo en el mundo material, pero ahora
empezamos a ver que no se trata de materia, sino en realidad de fuerzas
que nos dan la sensación de materia y de su movimiento mecánico. Nos
damos cuenta de que el Creador es el único atributo que existe en la
naturaleza, el atributo de amor y otorgamiento. Por lo tanto, es necesario mantener,
elevar constantemente la gratitud, la grandeza y la singularidad de
nuestro trabajo en el grupo. Entonces no nos limitamos a elevar el
espíritu de nuestros amigos, lo cual también es importante, sino que
atraemos la Luz Circundante (Ohr Makif), que actúa sobre nosotros y lo corrige todo. Incluso podemos tomar turnos en el grupo
de tal forma que cada día varias personas se involucren en la alabanza
al Creador, el grupo, el estudio, etc., es decir, tanto en el objetivo
como en los medios para alcanzar la meta. Tomar turnos fue una práctica
común en el siglo XIIV en el grupo de Ramjal y entre los cabalistas
serios. Cuando nosotros exaltamos
artificialmente el otorgamiento, amor, aunque no sea perfecto y el
trabajo espiritual nos agote ya que no es natural para nosotros y no
siempre tenemos ganas de lidiar con él, es específicamente en estos
estados, si tratamos de elogiarlos un poco, que convocamos sobre
nosotros una Luz enorme dado que anhelamos esto artificialmente. ¡Debemos entender que es en estos
estados, en los que no nos sentimos alegres ni sentimos la grandeza de
los amigos, la conexión entre nosotros, la meta de la creación, en los
que nos sentimos cansados, distantes y desapegados, todas estas son
orientación! ¡Todas estas son interferencias! El estado espiritual es
continuo y eterno. Si cambian los estados en los que
estamos, es sólo para que elevemos aún más el estándar. De hecho,
tenemos que elevarnos artificialmente por encima de nosotros mismos
puesto que de lo contrario no se considera trabajo. Todo nuestro trabajo
está enfocado en contra del ego, en contra de lo que se revela a cada
momento en nosotros. Incluso si de repente estoy en un estado
en el que me río con los amigos, me siento impresionado, estalla
entre nosotros una sensación de amor y unidad, yo debo entender que todo
me lo dan desde el cielo, para que ascienda aún más alto, porque este
estado no es mío. Al igual que un hombre viejo, yo debo buscar: “¿Dónde
he perdido algo? ¿Dónde puedo encontrar un estado aún más elevado? “No
debería denunciar mi estado actual, sino más bien buscar el centavo que
he perdido aquí y ascender. ¡Esto significa que nunca se nos da un cierto estado para que podamos relajarnos e irnos! ¡Este es egoísmo claro! La cáscara (Klipá)
inmediatamente comienza a operar en nosotros y es muy difícil salir
después de ella. Ésta se acumula como escoria, como material de desecho
que más tarde tenemos que procesar, de igual manera a la forma en que
nosotros contaminamos la tierra, los océanos y luego tenemos que hacer
algo al respecto. Sin esto no alcanzaremos la vida espiritual. ¡En este sentido, es muy importante no
disfrutar de lo que se nos da en un momento específico, más bien debemos
encontrar placer en nuestros esfuerzos! Debemos acostumbrarnos a esto. Todos nuestros esfuerzos, toda nuestra vida espiritual está por encima de la primera restricción (Tzimtzum Alef) por encima del Majsom
(barrera). Restricción es un estado en el que hacemos nuestras cuentas
con nuestro ego, comenzamos a calcular sólo la forma de salir de
nosotros mismos y encontrar placer en esto.
No se trata de masoquismo, no es
autoflagelación ni automutilación, sino más bien la aceptación de un
ascenso egoísta con grandes esfuerzos, pero este esfuerzo está incluido
en la Luz Superior. Espero que ahora empecemos a sentir esto
gradualmente. Preparémonos para ello.
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