Por eso, en vez de ello tuvo que salir de Jerusalén e ir a Jaffa a alguna casucha para involucrarse en la construcción. Él realmente sufrió por falta de
fuerzas. Porque en nuestro mundo la cantidad y no la calidad es el
factor determinante. Esto es particularmente importante en nuestro
día, cuando estamos llegando a la corrección general. Baal HaSulam escribió que a
partir de finales del siglo XX, la corrección se realizaría gracias a la
difusión de la sabiduría de la Cábala para todos. Por lo tanto, la
difusión es fundamental para nosotros, no sólo para aumentar nuestros
grupos; más bien es imprescindible porque sin esta no podemos construir
una vasija para revelar la espiritualidad.
Por lo tanto, la difusión es esencialmente la corrección privada de
todo el mundo, al ir y expandir los límites de la sabiduría de la
Cábala. Porque si no llegamos a esas seiscientas
mil personas que en todo tipo de formas pertenecerán al estudio de la
Cábala, no podremos alcanzar la intensidad mínima a través del cual es
posible descubrir al Creador. Estas condiciones no dependen de nosotros,
sino que se corresponden con la estructura del sistema sobre el cual
estamos aprendiendo en El Estudio de las Diez Sefirot y en la Introducción a la Sabiduría de la Cábala. Por lo tanto, nuestra tarea es expandir.
Con el fin de ampliar y salir con toda
la fuerza en todas las direcciones, también depende de nosotros el ser
fuertes contra todas las facciones que realmente quieren aniquilarnos
porque esto va en contra de su ideología, de su capacidad para
beneficiarse más, de tener más éxito en el programa material. En
general, esto ocurre en todas partes en este mundo egoísta, cada uno
tiene placer de que otra persona sea menos que él, tanto así, que sería
mejor si el otro no existiera en absoluto. Por lo tanto, tenemos que entender que nuestra actividad en la difusión
no es sólo una especie de pasatiempo. Alguien que quiera alcanzar la
sensación de abrir el mundo espiritual entre nosotros, debe entender que
esto requiere de una vasija apropiada en el sentido cuantitativo y
cualitativo para esa Luz que debe revelarse en ella. Esta es la
condición de la ley de equivalencia de forma. Sólo debemos ser más fuertes para que
nadie pueda levantarse contra nosotros y tratar de desviarnos del
camino. Tenemos que llegar a ser tan fuerte que podamos difundir
abiertamente la sabiduría de la Cabalá y no en silencio en el que nos
escondemos. Para ello también necesitamos fortalecernos internamente y
esto depende de nuestra intensidad en todo el mundo. Del mismo modo,
tenemos que ser fuertes en el círculo exterior, donde tenemos muchos
fans, seguidores, personas que nos entienden y nos reconocen más. A través de la expansión de los círculos cada vez más amplios, debemos
llevar al pueblo de Israel a la corrección.
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