Este es nuestro primer ejercicio espiritual. De hecho todo nuestro
trabajo interno es que nos alejemos del mal y hagamos el bien. “Apártate
del mal” es un nivel de otorgamiento en aras del otorgamiento, Jafetz Jesed
(deleite en la misericordia); “hacer el bien”, ya es recepción en
aras del otorgamiento, trabajar con las vasijas propias, con los deseos
corregidos. Mientras tanto, nos corresponde a
nosotros sólo distanciarnos del mal, elevarnos por encima de nuestros
deseos. Esa es la manera de aprender a conectarnos entre nosotros y de
adquirir la característica de otorgamiento. Cuanto más conectados y
cercanos estemos unos de otros, cada uno de nosotros y todos juntos
descubrimos la característica de otorgamiento y gracias a eso estamos
dispuestos a descubrir el campo de fuerza el que nos encontramos. Este campo llena todo el espacio. Este espacio estuvo vacío anteriormente. Después de todo, hubo un Tzimtzum (restricción) la Luz fue eliminada. ¡Pero ahora, cuando adquirimos la
característica de otorgamiento, de repente descubrimos que la Luz no
desapareció! La Luz está aquí y podemos sentirla cada vez con más
fuerza: al principio como Ohr Ha Nefesh, algo estático, que
llena pasivamente toda la extensión de nuestras vidas, todas nuestras
emociones, todas nuestras características. Esta Luz se descubre con nuestros nuevos
sentidos, que surgen de afuera de nosotros mismos. Nosotros podemos
alcanzar esta sensación, no hay nada místico en ello: Esta es la
naturaleza, a pesar de que es la naturaleza superior. El Creador: esta
es la naturaleza. Simplemente investigamos la realidad a través de
nuestros nuevos sentidos. La persona sólo debe adherirse al grupo, al
Creador, escuchar y llevar a cabo de forma precisa todos los consejos
del maestro.
Pregunta: ¿Debemos responder y realizar las correcciones de esos deseos que se descubren?
Dr: Laitman
Corrección es conexión. El deseo está roto y debe ser reconectado.
¿Cómo es posible sentir al Creador, si no es a través de la
característica de otorgamiento? La característica de otorgamiento puede
adquirirse por encima de la característica de recepción. Podemos jugar
sólo con estas dos características: un deseo de placer, que estaba en el
invitado y un deseo de otorgar, que estaba dentro del anfitrión: dos
fuerzas, recepción, otorgamiento, la Luz y de las vasijas. Esto es lo único que existe en la
realidad. Después de eso, se despierta la fuerza de otorgamiento
dentro de la vasija. El invitado aprende qué es el otorgamiento al
sentir la diferencia entre él y el anfitrión. Mientras tanto, no estamos dispuestos a
sentir en qué nos diferenciamos del anfitrión. Así que tenemos que
trabajar con el entorno. Es por eso que hubo la ruptura de los deseos,
para darnos la posibilidad de trabajar en la conexión entre ellos. De hecho, el trabajo espiritual es muy
simple. Sólo nos parece complicado a nosotros y esto se debe a que
estamos confundidos. Pero cuando la persona comienza a adquirir el
método, no queda complejidad ni confusión en este. Por el contrario,
todo es simple. Hay sólo dos parámetros: el deseo de recibir y el deseo
de otorgar. Todo lo demás ocurre y se descubre entre ellos, entre ambos. No hay nada artificial aquí.descubre entre ellos, entre
ambos.
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