Mi egoísmo me separa de los problemas del “otro”. Entre más grande sea el egoísmo, más distante me parecerá la catástrofe en las islas japonesas. Y por el contrario, en el grado en que esté corregido, lo sentiré como algo cercano. Una vez que Rabash se encontraba en una situación similar se le preguntó, ¿Por qué siempre andas apresurado escuchando las noticias en la radio durante la lección? “¿Tienes hijos allí?” “Sí”, contestó, “Todos son mis hijos”.
Tenemos que visualizar los problemas de nuestro prójimo como si fueran los problemas de nuestros hijos.
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