Descubro al Creador como la fuente del mal y al mismo tiempo entiendo que lo veo a Él de esa manera a causa de mis malas cualidades. Entonces, entiendo que todo depende precisamente de mis atributos. Hay tres cosas ante mí: el Creador, mi maldad y el deseo ¿Puedo pensar en el Creador como bueno y benévolo? Después de todo, me siento mal y veo problemas y oscuridad. Aun así determino que el bien está Arriba y el mal está dentro de mí. La razón es que en el medio hay algo que convierte el bien en mal. Siento en mis entrañas que esto es lo que sucede. Estoy hecho de esos tres discernimientos y estos están en mi sensación y entendimiento. Tal estado es llamado “doble ocultamiento”. En el espacio espiritual este es el nivel más alejado del Creador y todo lo anterior a ello pertenece al nivel bestial. Es importante recordar que esas cosas ya existen en mí: siento al Creador como bueno y benévolo, siento mi propia maldad y no puedo deshacerme de esta sensación y también entiendo el hecho de que yo mismo corrompo la buena actitud del Creador cuando la siento como mala. Si anulamos este mecanismo de convertir el bien en mal, si lo corregimos, por cierto sentiré la bondad.
Entonces existe una pregunta ¿Cuál es la meta: sentir el bien o no maldecir al Creador? De aquí en adelante comienza la aclaración: ¿Por qué se me dio la mala sensación? ¿Qué debo hacer con ella? Si la anulo, me negaré a mí mismo la opción de ser corregido. Es mediante el hecho de que soy opuesto a la bondad del Creador que puedo alcanzar Su buena actitud con el fin de no maldecirlo. Esto significa que uso el mal en el camino hacia la bondad ¿Significa que ahora, cuando me siento mal, es en realidad a mi favor y eso es en realidad lo que es bueno para mí? ¿Entonces qué estoy corrigiendo? Leer más
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