Tenemos que tratar de examinar los ascensos y descensos e identificar en qué medida la calidad de nuestro estado actual es diferente a la calidad del estado anterior. Es decir ¿aumentan nuestros discernimientos? ¿Hemos empezado a aceptar que nuestro adelanto se encuentra, de hecho, en los obstáculos y ellos son los que nos ayudan a sobreponernos a nuestro ego?No nos debemos quejar de los obstáculos, sino entender que esta es una oportunidad para recibirlos y quererlos. Así nos sobreponemos al ego, que naturalmente pide todo el tiempo rechazar los obstáculos. ¿Podemos examinarnos en esta forma cualitativa en relación a nuestro deseo de recibir y a los obstáculos que nos llegan? Debemos sobreponernos a ellos y buscar la desconexión de ellos. Esta desconexión nos permitirá adquirir una nueva perspectiva a través de la cual veremos el mundo de distinto modo.
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