La regla bíblica de “Ama a tu prójimo como a ti mismo” no habla tanto del presente o del pasado. Incluso las religiones han abandonado esta meta hace mucho tiempo como algo inalcanzable y volvieron su atención a los problemas de todos los días: a ayudar a las personas en algunas cosas, protegiéndolos de otros, ofreciendo apoyo psicológico y no más que esto. Sin embargo, hoy en día podemos ver que la naturaleza nos está forzando hacia aquello.
Es decir que necesitamos explicarnos a nosotros mismos y a todos que bajo la influencia de los medios de comunicación y de la sociedad podemos empezar a cambiar al ser humano, siempre y cuando no sean mentiras como durante el régimen Soviético.
Allí se dijeron las palabras correctas, se establecieron las metas correctas, pero no fueron acompañadas por la educación de las personas. Sólo hubo muchas charlas sobre la educación y la creación de una nueva Identidad Soviética. “Un nuevo individuo”, “Nunca hubo algo así antes en el mundo”, etc.
Estas maravillosas palabras correspondían perfectamente a la metodología integral. Pero en realidad todo aquello no existía.
Lo único que existía era la coerción, ¡la cual no puede existir bajo ninguna circunstancia! No puede haber ni temor, ni golpes, ni destrucción, ni terrible presión o cualquier otra cosa que fue llevada a cabo por el régimen soviético. La transformación no debería ocurrir a través de la coerción, sino por medio de la realización. La realización vendrá de la crisis y fuera de esta no hay otra manera. Resulta que durante el régimen Soviético esto fue necesario para unos pocos pero para nadie más, hoy en día es lo contrario: Esto es esencial para todos ya que no hay otro camino para salir de nuestro estado. De lo contrario, enfrentaremos guerras mundiales y destrucción mutua. ¿Hacia dónde más nos podría conducir nuestro egoísmo? Todos nosotros entendemos que este puede conducirnos sólo hacia esto. Por lo tanto nuestra próxima formación social es el Nazismo, fascismo y la destrucción mutua o bien un movimiento consciente hacia adelante, donde por nosotros mismos nos creamos en un nuevo nivel, es decir, trabajamos en nuestra propia educación.
Es decir que necesitamos explicarnos a nosotros mismos y a todos que bajo la influencia de los medios de comunicación y de la sociedad podemos empezar a cambiar al ser humano, siempre y cuando no sean mentiras como durante el régimen Soviético.
Allí se dijeron las palabras correctas, se establecieron las metas correctas, pero no fueron acompañadas por la educación de las personas. Sólo hubo muchas charlas sobre la educación y la creación de una nueva Identidad Soviética. “Un nuevo individuo”, “Nunca hubo algo así antes en el mundo”, etc.
Estas maravillosas palabras correspondían perfectamente a la metodología integral. Pero en realidad todo aquello no existía.
Lo único que existía era la coerción, ¡la cual no puede existir bajo ninguna circunstancia! No puede haber ni temor, ni golpes, ni destrucción, ni terrible presión o cualquier otra cosa que fue llevada a cabo por el régimen soviético. La transformación no debería ocurrir a través de la coerción, sino por medio de la realización. La realización vendrá de la crisis y fuera de esta no hay otra manera. Resulta que durante el régimen Soviético esto fue necesario para unos pocos pero para nadie más, hoy en día es lo contrario: Esto es esencial para todos ya que no hay otro camino para salir de nuestro estado. De lo contrario, enfrentaremos guerras mundiales y destrucción mutua. ¿Hacia dónde más nos podría conducir nuestro egoísmo? Todos nosotros entendemos que este puede conducirnos sólo hacia esto. Por lo tanto nuestra próxima formación social es el Nazismo, fascismo y la destrucción mutua o bien un movimiento consciente hacia adelante, donde por nosotros mismos nos creamos en un nuevo nivel, es decir, trabajamos en nuestra propia educación.
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