
Cuanto más importante sea para nosotros la meta de alcanzar el otorgamiento hacia el Creador, así de importante debe ser el trabajo de creación de la vasija colectiva y del alcance del otorgamiento hacia los amigos. Por lo tanto, tendremos que dirigirnos al Creador en oración (MAN), para que Él nos dé la fuerza de otorgamiento, el deseo de otorgar, la habilidad de conectarnos entre nosotros y de alcanzar el otorgamiento. En un grupo, la persona aprende cómo deben ser tratados los amigos, cómo unirse con ellos. Cuando ella “compra” amigos para sí misma, eleva una oración por ellos y recibe de ellos la fuerza, la asistencia. Tenemos alcanzar la cohesión con el Creador, como Sus socios, en la igualdad y en amor mutuo, uno necesita alcanzar ese estado con los amigos para revelar qué es esto. Sin duda, el deseo de recibir y nuestra naturaleza inicial desprecian a este asunto. Sin embargo, tendremos que participar en él, porque aparte de este, nuestra realidad, nuestra vida, no tiene sentido. Para este propósito nacemos y existimos mientras tanto en el nivel bestial, con el fin de alcanzar la corrección. Por lo tanto, resulta que los amigos no son menos importantes que el Creador. Y la creación de la vasija colectiva es igual al alcance de la meta de la Creación, al alcance del amor y la cohesión. Tenemos que darnos cuenta del inmenso poder que se encuentra dentro del grupo, y que es el único medio para alcanzar la meta de la Creación, es decir, el atributo de otorgamiento. A esto dedicamos nuestro trabajo interno, personal en el grupo y de manera similar, el trabajo externo está relacionado con el mundo entero. El mundo entero también está sufriendo. La pregunta “¿Cuál es el propósito de mi vida?” nos lleva a cada uno de nosotros a un grupo, en algún momento, para estudiar la Cabalá, y a un maestro, lo cual nos obliga a estudiar. Del mismo modo, el mundo entero está buscando el significado a su vida perdida, y la naturaleza nos une coercitivamente en un grupo, en un mundo integral, global. Ya sea que las personas lo quieran o no, ellas están empezando a sentir que son interdependientes. Por lo tanto, no hay una gran diferencia entre lo que nuestros grupos están atravesando y lo que está soportando el mundo entero. Ciertamente, hay una diferencia en el ritmo, en las condiciones y al exponer el material, sin embargo, cuanto más avancemos, más similares seremos, simplemente como gemelos. Nuestro pequeño grupo (los cientos de miles de amigos que pertenecen a él) crecerá más y más cercano a ese gran grupo integrado por siete mil millones de personas que viven en el mundo, por lo tanto, alcanzaremos un entendimiento más cercano de la meta. Por supuesto, cada persona hace esto de acuerdo a su grado y percepción, pero todos sin excepción, deben alcanzar la importancia de los “amigos”, es decir, desde el estado en que uno ve a las otras personas como extraños, hasta alcanzar el amor de los hermanos hacia todos y de amarse unos a otros “como a sí mismos”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.